La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos cifró en 200 las embarcaciones que resultaron dañadas por el oleaje que afectó al puerto de Santa Rosa (Santa Elena) entre la noche del viernes 11 y sábado 12 de marzo por efecto del tsunami que asoló a Japón. Pero el gremio artesanal de esa zona sostiene que fueron casi 500.

La Capitanía de Salinas, que indicó que se dieron las alertas en los retenes navales y medios de prensa, sostuvo que la diferencia surge porque los pescadores aspiran a recibir ayuda estatal y por eso algunos dan por perdidos sus motores.

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Fenacopec, el gremio nacional de pescadores artesanales, actualmente tramita la ayuda gubernamental bajo un informe preliminar que da cuenta de 113 motores destruidos y 261 que necesitan reparación.

El viernes pasado, el Ministerio de Inclusión Económica y Social entregó víveres en este puerto, pues los pescadores no han salido a sus faenas porque reparan sus fibras y pangas.

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“Se hizo lo humanamente posible para avisar a los pescadores, para minimizar los daños en las embarcaciones”, dijo Gabriela Cruz, presidenta de Fenacopec, luego de que cuantificó los perjuicios en $ 2,5 millones en Santa Rosa. En otros puertos del país los daños fueron mínimos y hasta nulos.