En el segundo semestre del 2008, Carmen Naula se convirtió en la ‘banquera’ de su barrio cuando aceptó albergar en su negocio de abarrotes, ubicado en Los Ríos y la B, el proyecto el Banco del Barrio.
Con un cupo de $ 2.000 y una pequeña máquina instalada en su tienda del sur de Guayaquil empezó a atender transacciones que antes solo se podían hacer en una sucursal bancaria.
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Este servicio en su negocio le ha ayudado, dice, a incrementar sus ventas y recibir un ingreso adicional por las transacciones que hace para el banco. En el país hay más de 2.500 bancos del barrio.
El Banco del Barrio, un servicio que el Banco de Guayaquil puso en marcha hace dos años y medio aliándose con pequeños negocios, ha sido reconocido por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como el mayor proyecto de bancarización de Latinoamérica del 2010. El anuncio será esta noche.
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El BID le otorgó el primer lugar entre una serie de proyectos de la región que participaron en el programa beyondBanking, que reconoce proyectos de sostenibilidad ambiental, social y de gobierno corporativo de intermediarios financieros en América Latina y el Caribe.
El banco ganó en la categoría Impulso a las estrategias de bancarización (accessBanking).
Según la página web del BID, con el reconocimiento “se busca contribuir a la creación de la Banca del Futuro: un modelo de negocio bancario que conjugue rentabilidad financiera con rentabilidad social”.
El primer Banco del Barrio se abrió en Quito, en mayo del 2008, en el sector Comité del Pueblo. Después se inauguró uno en Guayaquil, al sur. Actualmente, entre todos, realizan un promedio de un millón de transacciones mensuales.
Este servicio de corresponsal no bancario tuvo como referente tecnológico (transmisión de datos, uso de tecnología celular para la transmisión de datos) a Brasil. Sin embargo, el concepto ampliado de comercialización y el número de operaciones que se realizan es un modelo propio del Banco de Guayaquil en Ecuador, señala Guillermo Lasso, presidente ejecutivo del banco.
Los usuarios pueden hacer depósitos de hasta $ 200 y retiros de hasta $ 100 (semanales) de sus cuentas de ahorro o corrientes. También consultar saldos y pagar la tarjeta de crédito del Banco de Guayaquil, los servicios básicos, hacer recargas telefónicas, cobrar el bono de desarrollo humano.
La mayor demanda es para el pago de servicios básicos. Cada banquero tiene un cupo de dinero del que se le debita cuando hay depósitos y pagos y se le acredita cuando hay retiros (también un porcentaje por cada transacción).
Cruz Sinche, quien tiene en su bazar un Banco del Barrio, en Esmeraldas y Vacas Galindo, dice que atiende unos sesenta usuarios al día y eso le ha traído beneficios al negocio porque se “vende más que antes”.
La inversión para instalar cada punto es de $ 3.000, que se emplea en la tecnología para las transacciones, en comunicación y publicidad en el local.