REUTERS-EFE
GRACEMERE, AUSTRALIA.- Aviones militares llevaban suministros ayer a una ciudad de Australia que desaparecía lentamente bajo las aguas, mientras inundaciones récord en el noreste del país dañaron la producción de trigo e interrumpieron la exportación de carbón.

Se estima que los daños superan los 1.000 millones de dólares australianos (980 millones de dólares), golpeando la exportación de materias primas, pilar de la economía australiana, y obligando a miles de personas a dejar sus hogares.

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Al menos tres personas han muerto y dos están desaparecidas por las inundaciones en el estado de Queensland, al noreste del país, calificadas por las autoridades australianas como las peores que registra la región en décadas pues cubren un área mayor a Francia y Alemania combinadas y que el encargado del Tesoro del estado, Andrew Fraser, calificó de "desastre de proporciones bíblicas".

Hasta el momento, 200.000 ciudadanos están afectados y las aguas cubren casas en la ciudad de Rockhampton, una comunidad de 77.000 habitantes frente a la costa del Pacífico y 600 km al norte de la capital estatal Brisbane, a la que solo se podía acceder mediante botes de emergencia, mientras socorristas sacaban a los pacientes atrapados en hospitales.

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Son las peores inundaciones en Australia en unos 50 años, y han provocado el aislamiento de 22 ciudades. Meteorólogos afirman que son causadas por el fenómeno climático de La Niña, que produce lluvias monzónicas sobre el Pacífico Occidental y el sudeste asiático.

Ayer se emitieron alertas de tormenta en el sur de Queensland, con la posibilidad de fuertes lluvias y nuevas inundaciones pronosticadas.