De las 31 empresas de las Fuerzas Armadas ecuatorianas, según datos de la Subsecretaría de Desarrollo del Ministerio de Defensa Nacional, 11 dejarán de pertenecer a los uniformados porque no se ajustan a su misión constitucional.

El artículo 162 de la Carta Magna prohíbe a las Fuerzas Armadas realizar actividades económicas que no estén relacionadas con la defensa nacional, y únicamente les faculta a prestar su contingente para apoyar el desarrollo del país.

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El proceso de desinversión de las empresas militares demoró cerca de dos años, desde el 2008, en que entró en vigencia la nueva Constitución de la República, y luego se tomó un tiempo mientras se aprobaba la Ley de Empresas Públicas, el año pasado.

Para cumplir con este proceso, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas contrató a la empresa internacional Price Waterhouse para que valore los activos y las acciones de las empresas que nada tienen que ver con la seguridad y defensa nacional.

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En menos de cincuenta años las Fuerzas Armadas han consolidado un conglomerado de 31 empresas que se han dedicado a diversas actividades económicas, desde la producción de acero, lácteos, ropa, hasta la exportación de flores, banano, camarones; también han incursionado en el área de inmobiliarias, hoteles; transporte aéreo, marítimo, entre otras.

Las empresas que terminaron el 100% de la desinversión son Proteas, Corpys, Dinecom’s, Logistichdine, Alfamedical y Vaserum, mientras tanto Amazonas Hot, conocida comercialmente como Hotel Marriott, Maresa, Inamazonas, Dinmob y Minreal tienen el proceso en marcha y todavía falta por concretar la venta de las respectivas acciones.

El ministro de Defensa, Javier Ponce Cevallos, quien desde las columnas de opinión mientras ejercía el periodismo fue uno de los más críticos con los militares por la cantidad de empresas que manejan, ajenas a su misión, ahora supervisa el proceso de desinversión.

“La idea de la desinversión que teníamos antes era en función de transparentar la industria militar. Las Fuerzas Armadas se quedarán con las empresas estrictamente militares”, expresó el ministro Ponce Cevallos.

Una de las principales decisiones que adoptó el Gobierno fue transferir al Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) las acciones de las trece empresas del Ejército, que pertenecen al Holding Dine S.A. Corporación Industrial y Comercial, para frenar el déficit actuarial de la institución.

Esto lo hizo tras un pedido efectuado por el alto mando militar y varias comisiones de oficiales en servicio activo y pasivo que recomendaron transferir el paquete de acciones a la seguridad social militar.

El ex ministro de Defensa, José Gallardo Román, crítico del Gobierno, calificó de acertada la decisión del régimen.

Gallardo aseguró que en 1999 el entonces presidente de la República, Jamil Mahuad, firmó un Decreto Ejecutivo similar, pero que no se concretó por el golpe de Estado que sufrió su Gobierno. “Así se puede garantizar para siempre la seguridad social de las Fuerzas Armadas”, expresó.

De igual forma, el ex ministro Gallardo Román, respaldó la desinversión de las empresas militares que se encuentren ajenas a la seguridad y a la defensa del país.

Sobre la demora del proceso de desinversión, el ex presidente ejecutivo del Holding Dine, coronel Nelson Perugachi, afirmó que no se trata de desinvertir por desinvertir, sino de ver la mejor oportunidad del mercado para asegurar un justo precio de la venta de las acciones de las empresas.

Apuntes: Otras decisiones
Empresas estratégicas
El Gobierno decidirá en los próximos días si las empresas de la Marina y de la Fuerza Aérea Ecuatoriana son consideradas públicas o estratégicas. Si se mantienen como estratégicas seguirán en manos de los militares.

Compañías agrícolas
Las empresas del Holding Dine como Aychapicho Agro y Hdineagros, pese a que se dedican a actividades comerciales distintas a la misión militar, se mantendrán en poder de las Fuerzas Armadas. porque en sus instalaciones se realizan maniobras militares.