AFP WASHINGTON.- Casi todos los mamíferos, desde el ratón, pasando por la jirafa y hasta el hombre tienen el mismo número de vértebras cervicales: siete, con la notable excepción de los perezosos, que tienen diez, indica un estudio divulgado el lunes en Estados Unidos.
Estos mamíferos son realmente únicos, ya que unas 5.000 especies tienen exactamente el mismo número de vértebras en el cuello, según revelaron científicos en este trabajo de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).
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A diferencia de los mamíferos, las aves y lagartos muestran una gran variedad en el número de las cervicales. Por lo tanto, un cisne puede tener hasta el doble de vértebras que un gorrión.
Pero entre las pocas excepciones en los mamíferos está el perezoso de América tropical, con sus torpes movimientos lentos, que puede tener hasta diez vértebras cervicales, según los científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).
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Al revisar el desarrollo de los huesos de la columna vertebral, las extremidades y el pecho, los autores del estudio encontraron que los perezosos desarrollaron un esqueleto único del cuello.
Tras analizar el desarrollo de la columna vertebral en perezosos realizaron un descubrimiento alentador: la parte del esqueleto que durante mucho tiempo creyeron era parte de la caja toráxica del perezoso es, de hecho, análogo a la parte inferior del cuello del animal.
En otras palabras, las vétebras del cuello bajo de los perezosos revelan una suecuencia similar de desarollo que las vértebras de la caja toráxica superior de otros mamíferos, que en ambos casos comienza con una octava vértebra abajo de la cabeza.
La investigación publicada el lunes en el periódico estadounidense Proceedings of the National Acadamey of Sciences, reveló que las vétebras del "cuello" inferior de los perezosos se desarrollan igual que las vértebras de las cajas toráxicas de otros animales, solo que sin costillas.
Esto demostró que las vértebras del cuello bajo en los perezosos tiene el mismo desarrollo que la vértebra toráxica de la cavidad correspondiente en otros mamíferos, pero que en el caso de los perzosos no se une a las costillas.