Algunos medios de comunicación han informado que el presidente Correa habría recibido del presidente peruano Alan García una comunicación escrita en la que expresa que desde el punto de vista del Perú no existen a la presente fecha conflictos limítrofes marítimos con el Ecuador. Esta inusual comunicación se da en respuesta al pedido del presidente Correa de que sería muy provechoso para el Ecuador poner por escrito lo que se le dijo verbalmente en su visita oficial última a Lima.

Los límites que separan el espacio territorial de un país de aquel de su vecino se han fijado históricamente en documentos escritos. Incluso aquellos pocos países que jamás han tenido un conflicto en materia de límites, como es el caso de Canadá y Estados Unidos, no han dejado de recurrir a la escritura para asegurarse de que no exista ningún error o malentendido. Eso fue precisamente lo que hicieron Ecuador y Perú con respecto a sus límites marítimos. Ambas naciones junto con Chile, celebraron en Lima en diciembre de 1954 el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima entre Ecuador, Perú y Chile. Lo hicieron como secuela de la declaración que los tres países habían hecho en Santiago dos años atrás sobre el mar territorial y que marcó en la época un hito en la evolución del derecho del mar.

El convenio celebrado en Lima fue posteriormente ratificado y cada nación lo publicó en sus respectivos diarios oficiales. No es accidental que el instrumento invoque en su título la expresión “frontera marítima”, pues, las partes, con mucha precisión, establecieron en él cuáles eran sus límites marítimos. Al convenio luego se adhirió Colombia quien al hacerlo le dio a la modalidad del paralelo la categoría de costumbre regional.

¿Hace García referencia a ese convenio cuando nos dice que con el Ecuador no existe diferendo de límites marítimos en su nota escrita? Si no lo hace, y simplemente se ha limitado a decirnos que según el Perú no hay a la presente fecha ninguna controversia sobre límites marítimos, es como si no hubiese enviado nota alguna, por decir lo menos.

Si no existe ningún diferendo con el Perú sobre nuestros límites marítimos es porque hay un tratado internacional que los estableció, más no porque el presidente García generosamente nos lo diga como para tranquilizarnos. Ver en esa declaración de García la fuente de nuestros derechos, y no en el tratado de 1954, sería entregarle al Perú un privilegio que no lo tiene con respecto a nuestros límites marítimos.

La posición del presidente Correa de mantenerse distante de la controversia ante La Haya es comprensible. Pero, dicha distancia debe adoptarse con prudencia, pues, en juego están los intereses nacionales. Una forma de salvaguardarlos es –como mínimo– aclarándole a García que esa ausencia de diferendo a la que él se estaría refiriendo en su mensaje se debe a que los límites quedaron fijados en 1954. Nada más. La otra, obviamente, es participando en el contencioso de La Haya como tercero interesado.