La Asamblea Nacional descubrió y aplicó la fórmula para ganar tiempo: en menos de cinco minutos clausuró y reinstaló tres sesiones para aprobar resoluciones y proyectos de ley.

Todo pasó ayer en el marco de la sesión ordinaria Nº 44. El presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, a las 13:20 ordenó votar en segundo debate la Ley de Deportes, pero fue advertido por Gilmar Gutiérrez (PSP) de que no procedía porque en la sesión Nº 39 quedó suspensa la votación.

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Luego, Cordero anunció la clausura de la sesión 44, reinstaló la sesión 39 y ordenó votar sobre el texto de segundo debate de la Ley de Deportes.

Más tarde clausuró la sesión y reinstaló la sesión Nº 43, donde debían aprobar la exhortación para que el Ejecutivo declare el estado de excepción a las provincias afectadas por el volcán Tungurahua.

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En la mañana, la Asamblea aprobó cuatro textos: Ecuador se unió a la conmemoración del Día Mundial del Ambiente; rechazó el asesinato de Jéssica Núquez, esposa de Carlos Zambrano; condenó el asalto del Ejército de Israel a la flotilla de ayuda humanitaria que iba a la Franja de Gaza; y pidió al Comisariato del Ejército pagar a sus servidores despedidos el 12 de octubre del 2009.

Para Enrique Herrería (MG), Cordero violó procedimientos porque la ley determina que se reinstalan las sesiones con 48 horas de anticipación.

Realizar tres sesiones en menos de cinco minutos, para Pedro de Cruz (PSE-FA) es voluntad política, pues lo importante es resolver los temas.

Jorge Escala (MPD) dijo que “esto demuestra cómo se impone la dictadura del voto”.