Unas 2.000 personas, entre ellas familiares y amigos del ecuatoriano Julio Serrano, agredido el pasado 15 de mayo en la localidad de Peekskill, al norte de Nueva York, realizaron hoy en Gualaceo una marcha de protesta contra el racismo y la xenofobia en Estados Unidos.

La manifestación, a la que acudieron unas 2.000 personas y que recorrió las principales calles de Gualaceo, de donde es oriundo Serrano, fue organizada por el municipio de esa localidad del sur andino de Ecuador, en la que se calcula que el 80% de su población tiene algún familiar en Estados Unidos.

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La madre del ecuatoriano, Martha Cabrera, y una de sus hermanas, Guadalupe Serrano, encabezaron el desfile, en el que la comunidad rechazó las agresiones raciales de las que son víctimas los inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos.

Durante la protesta, los manifestantes gritaron consignas contra el racismo, en las que aseguraban que "el mundo es de todos" y que "no debe haber barreras para los seres humanos".

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Además, la marcha sirvió para realizar una colecta de dinero, para costear el viaje de la madre de Serrano hacia Estados Unidos y solicitar a la embajada de ese país en Ecuador que conceda a Martha Cabrera un visado para poder estar junto a su hijo, que se recupera de las heridas sufridas durante la agresión.

Serrano estuvo varios días en coma y aún se recupera de la paliza que recibió, presuntamente, por parte de un grupo de jóvenes afroamericanos, que fueron detenidos.

La policía identificó a los presuntos agresores como Keith Walker, de 19 años, Jarron Sligh y Ronnie Juett, ambos de 23, y James Brickhouse.

Los resultados de la investigación que realiza la policía determinará si el cargo tendría el agravante de odio racial.

De acuerdo con el vídeo, un afroamericano se acercó a Serrano y le golpeó en el rostro, cuando éste se dirigía a su casa en la madrugada del 15 de mayo.

Serrano, que fue sometido a dos cirugías y tiene el rostro desfigurado, es la más reciente víctima ecuatoriana de agresión.

Dos compatriotas suyos, Marcelo Lucero y José Sucuzhañay, fallecieron en 2008 tras ser víctimas de sendas palizas.

Un total de ocho ecuatorianos han sido víctimas de agresión en los últimos dos años en Estados Unidos.