Babe, 21 de agosto del 2009. Es la única inscripción, con letras diminutas, que se aprecia en uno de los tres nichos que sobresalen en medio de un terreno con maleza que desemboca en la espesa selva, por un lado, y por una vía lastrada, por el otro, que conecta a Coca con Tigüino, comunidad huaorani de 200 habitantes. Es la única referencia del sitio donde yace uno de los últimos guerreros huaorani, tribu no contactada hasta 1950 y que ahora, ya evangelizada y con una población de unos 3.000 miembros, vive, en su mayoría, dependiente de las petroleras y madereras que bordean el Parque Nacional Yasuní.