EFE-AFP
MADRID.- Las muestras de apoyo recibidas el fin de semana en España y en otros países por el juez Baltasar Garzón reavivaron ayer la polémica entre el gobernante Partido Socialista (PSOE) y el principal grupo de la oposición, el conservador Partido Popular (PP).

El cruce de acusaciones entre los dos partidos mayoritarios ocurrió un día después de que varios miles de personas se manifestaran en apoyo de Garzón, encausado por el Tribunal Supremo por un presunto delito de prevaricación, al declararse competente para investigar los crímenes y desapariciones de la dictadura franquista (1939-1975), que dejó 114.000 desaparecidos durante la Guerra Civil (1936-1939) y los primeros años del franquismo (1939-1975).

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Esto le valió una denuncia de dos grupos de extrema derecha: el sindicato Manos Limpias y Falange Española, formación ligada al franquismo, quienes lo acusan de abusar de sus poderes al intentar la primera gran investigación sobre la Guerra Civil española (1936-1939).

Garzón se basó en que el delito de desaparición forzada no prescribe, mientras que los denunciantes alegan que ignoró la Ley de Amnistía de 1977, adoptada para ese tipo de delitos al terminar la dictadura.

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En una veintena de ciudades españolas y varias europeas y latinoamericanas, como Lisboa, Bogotá, Londres, Dublín, Bruselas, París, México y Buenos Aires, se corearon ayer lemas de apoyo al juez y también críticas a la Justicia española.

La secretaria general del conservador Partido Popular (PP), María Dolores de Cospedal, denunció ayer que "algunas actitudes de personas muy destacadas del gobierno están poniendo en riesgo a la democracia", en referencia a miembros del gobierno socialista español, que se han mostrado a favor de que se investiguen las desapariciones del franquismo, han respaldado a Garzón o han defendido la libertad de expresión para opinar sobre ese juicio y para manifestarse en la calle.

El vicesecretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y ministro de Fomento, José Blanco, consideró que "lo único que corre riesgo es el PP", cuyo comportamiento "da oxígeno todos los días a los falangistas".