Asley Mayerli Montaño George, de 4 años, falleció el pasado lunes con un impacto de bala.

Según sus familiares, la niña tenía hambre y salió a comprar una caja de cereal con su mamá Gabriela George, de 19 años, cuando fueron sorprendidas por un tiroteo en las calles Vacas Galindo y Esmeraldas.

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En la denuncia presentada por George en la Fiscalía adjunta a la Policía Judicial del Guayas (PJ-G), consta que unos sujetos que iban en un vehículo se enfrentaron a tiros con otros que circulaban en una motocicleta,  aproximadamente a las 20:00.

Una bala perdida alcanzó a Asley, que le ingresó por el brazo izquierdo y atravesó el tórax hasta llegar al corazón.

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La menor herida fue trasladada al hospital de niños Francisco de Ycaza Bustamante, donde falleció. La madre pidió a la PJ-G que investigue el caso.

Ernesto de la S, morador del lugar, manifestó que vio que la niña jugaba  antes de que se iniciara la balacera.

“Cuando escuché el primer tiro vi que la gente corría, yo hice lo mismo y me metí en mi casa. Gracias a Dios estaba parado solo a unos tres metros de la puerta. Cuando salí la vi herida en el piso”, refirió.

Sector peligroso
Otros vecinos, que prefirieron el anonimato, indicaron que el sector es muy peligroso y que constantemente se producen enfrentamientos de pandillas. Uno de ellos responsabilizó de lo ocurrido a grupos provenientes de la isla Trinitaria.

Jaime Castro, dueño de un taller de refrigeración, señaló que en la intersección donde ocurrió el crimen los robos y persecuciones entre policías y delincuentes son frecuentes.

“En una ocasión a mí casi me atropellan cuando cruzaba la calle. Es indignante que esta vez sea una niña del barrio la víctima de la acción de la delincuencia”, aseveró.

Hoy es sepelio
A las 13:00 de ayer momentos de dolor se vivían en la casa de Asley, ubicada en José Mascote y Bolivia. Cuando llegó su cadáver, el llanto se volvió incontrolable entre los miembros de su familia.

Mercedes Chávez, bisabuela de la menor, mencionó mientras miraba las fotos de Asley que ella era una niña muy alegre, que prendía el equipo de sonido y bailaba cualquier canción, y que además era muy cariñosa.

“Recién se fue a la playa con su mamá y me dijo que la próxima vez quería ir conmigo porque su mami Meche –como le decía– estaba enferma. Qué iba a pensar que mi niña quería estar más tiempo conmigo, a lo mejor ella presentía lo que le iba a pasar”, manifestó.

La mamá de la víctima no podía ni articular palabra. El sepelio está previsto para hoy.