Manuel Toro
ESMERALDAS.- Los hechos de violencia ocurridos en el cantón Quinindé hicieron sonar las alarmas en la Policía de Esmeraldas en diciembre pasado. El 1 de enero de este año, la entidad se declaró en emergencia operativa con el objetivo de realizar controles extraordinarios en las calles tendientes a desarmar a la población civil.

Así lo aseguró el coronel Fausto Tamayo Cevallos, comandante de la Policía de Esmeraldas, quien explicó que desde esa fecha se conformaron cuatro unidades especiales que se encargan de realizar operativos preventivos relámpagos en horarios y sitios diferentes, dentro de la ciudad, la periferia y en las carreteras.

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Los operativos involucran a los 1.500 policías que operan en esta plaza divididos en cuatro comandos sectoriales, siendo el principal el Comando de Esmeraldas, que también cubre al cantón Rioverde; el de San Lorenzo, que se encarga además de la seguridad en el cantón Eloy Alfaro (zona de frontera con Colombia); el de Quinindé, que cubre también al cantón La Concordia; y el de Atacames, con injerencia en el cantón sureño de Muisne.

Quinindé disparó la alarma con casos de crímenes que se cometieron al estilo sicariato (por encargo).

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Inclusive el 10 de diciembre pasado, los habitantes de ese cantón esmeraldeño, coordinados por el Comité Unidos por la Vida, hicieron una protesta en contra de la inseguridad, donde se recordaron los nombres de las personas asesinadas y otras que han desaparecido.

Una protesta anterior se realizó el 29 de julio. Unos 200 habitantes de Quinindé y La Concordia marcharon para rechazar amenazas a través de hojas volantes que advertían de una limpieza delincuencial y prohibían a la población salir a las calles después de las 22:00.

Pobladores, que por temor piden el anonimato, están convencidos de que la influencia de bandas que ingresan por la frontera norte es lo que ha aumentado la inseguridad, y que necesitan un tratamiento especial. Pese a ello, no fueron consideradas en el estado de excepción que rigió los tres últimos meses del año pasado en Quito, Guayaquil y Manta.

Cuando se le preguntó por el tema, el Comandante de Policía de Esmeraldas respondió que se ha hecho un trabajo fuerte en San Lorenzo.

No obstante, el alcalde de Esmeraldas, Ernesto Estupiñán Quintero, manifestó que es inocultable que en la provincia operan grupos organizados foráneos y denunció que a muchos comerciantes de la capital se los está extorsionando con el cobro de las llamadas 'vacunas' (pagos mediante amenzas y extorsión).

La misma queja tienen los dirigentes de la Unión de Cooperativas de Transportes de Pasajeros. Giomar Gruezo, directivo de esta entidad, señaló que varios socios han sido extorsionados, "les dicen que paguen para no asesinarlos".

Tamayo dijo que los crímenes se dan en su gran mayoría por ajustes de cuentas y que en estos casos los asesinados o sus victimarios tienen antecedentes delictivos. A esto se suma el excesivo consumo de licor, que ocasiona riñas, crímenes, peleas por asuntos sentimentales y líos de tierras.

Sin embargo, afirmó que tiene la certeza de que en la provincia existen bandas delictivas organizadas, especialmente asociadas al tráfico, tenencia y consumo de estupefacientes.

El oficial refirió que ha priorizado en su trabajo la lucha contra el tráfico de drogas y atribuye a ello que no haya  habido hallazgo de laboratorios para el procesamiento de drogas en la provincia fronteriza en los últimos meses.

"San Lorenzo dejó de ser la ciudad insegura que antes era, ahora hay mucha más seguridad, redoblamos los controles, hay mayor presencia policial en las calles de este cantón y, aunque se han realizado decomisos importantes de droga de tránsito que va hacia otros lugares, seguimos trabajando en el tema", dijo.

Mientras, el miércoles 19 de agosto del 2009, el ex jefe de la Policía de Quinindé, teniente coronel Luis Villafuerte Llerena, de 47 años, fue baleado en una emboscada en la vía Balsas-Zaracay (El Oro) cuando se movilizaba con dos policías en una camioneta en la que se hallaron 272 kilos de cocaína. Desde esa fecha, el clima de violencia parece aumentar en Quinindé.

A decir de Tamayo, el hecho de que según las estadísticas de la Subsecretaría de Seguridad Interna se ubique a Esmeraldas como una de las provincias  con más índices de violencia es relativo, pues asegura que los  delitos han bajado.

Afirmó que según las cifras que elabora y maneja el Comando de Policía de Esmeraldas el delito que más se cometió en el 2009 fue el robo a las personas, entre ellos el arranche y estruche, con  479 casos reportados, pero -dijo- igual estaría por debajo de las estadísticas del año 2008, que para estos mismos delitos sumaron 692.

Tamayo detalló que también se perpetraron 286 intentos de asesinato, pero en el mismo periodo del 2008 hubo 303 casos. Y que bajó el robo a domicilios, de 45 que se cometieron en el año 2008, a 23 en el 2009.

Uno de los delitos que se incrementó fue el robo de vehículos, pues en el 2008 se sustrajeron 20 y en el año 2009 la cantidad de carros robados aumentó a 65; lo mismo ocurre con las motocicletas.

Mencionó que los casos de violaciones (88 registradas en el 2009), robo de ganado (87) y tenencia ilegal de armas (178) no han variado mayormente en comparación con las cifras del año anterior.

Cobertura: Necesidades
Mala comunicación
La falta de buenos equipos de comunicación afecta a la Policía de Esmeraldas. "Las radios no tienen alcance. Nos comunicamos por celular, especialmente si los policías están alejados de la base", dice el crnel. Fausto Tamayo.