AP
FORT DE FRANCE, Martinica.- Los votantes en Martinica y la Guayana Francesa rechazaron ayer, en referéndum, una propuesta que hubiera permitido al gobierno una mayor autonomía sin dejar de ser parte de Francia.

Funcionarios electorales en Martinica dijeron que 80% de los votantes rechazaron la propuesta, con 59% de participación en las urnas, según resultados preliminares.

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Funcionarios en la Guayana Francesa señalaron que 70% de los votantes se manifestaron en contra del cambio, con una participación en las urnas de 48% de los 67.500 electores registrados. Se emitieron en total más de 32.000 votos.

El proyecto en el referéndum habría permitido que los gobiernos locales tuvieran una mayor libertad administrativa, aunque continuarían siendo parte de Francia. El presidente francés Nicolás Sarkozy hubiera determinado el grado de autonomía de los departamentos.

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El artículo 74, como se le conoce, habría reemplazado al artículo 73 de la constitución, que ha dictado la situación política de Martinica y la Guayana Francesa desde hace 64 años.

Fue el primer referéndum en la Guayana Francesa; Martinica presentó una medida similar a los votantes hace seis años.

Ya que el referéndum fue rechazado, los votantes decidirán el 24 de enero si apoyan la creación de una autoridad local que combine los concejos generales y regionales existentes que gobiernan cada departamento.

Jaqueline Manger, quien votó en contra, dijo que el artículo 73 continúa dando garantías de que Martinica siga desarrollándose en lo social y en lo económico.

Me gustaría un cambio, pero creo que no estamos listos todavía. No confío en la gente que dirige la asamblea regional ni la asamblea general, dijo, en referencia a los organismos locales que gobiernan Martinica.

El referéndum se realiza un año después que violentas huelgas paralizaron Martinica y Guadalupe durante más de un mes. Líderes sindicales exigían mayores salarios y menores precios. Los líderes empresariales accedieron a varios cambios, pero continúa algo de la tensión social.

Sarkozy sugirió el referéndum en junio, tras las huelgas, y dijo que el estado de los departamentos en ultramar se basaba en un sistema  injusto, oscuro y parcial.