Deslizamientos de tierra provocados por un terremoto en el oeste de Indonesia arrasaron por lo menos tres aldeas, enterrando vivas bajo toneladas de lodo y escombros a por lo menos 644 personas, incluidos los asistentes a una boda, dijeron ayer  las autoridades.

La magnitud del terremoto del miércoles pasado, que tuvo una intensidad de 7,6, se está volviendo más claro después de tres días, mientras rescatistas y autoridades alcanzaban los poblados remotos en las colinas a lo largo de la costa occidental de la isla indonesia de Sumatra.

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Víctimas
De confirmarse  los 644 muertos adicionales, el total de víctimas fatales del terremoto del miércoles saltaría radicalmente a más de 1.300. La cifra actual del gobierno es de 715, con la mayoría de las bajas en la ciudad más grande de la región, Padang, donde se han enfocado los esfuerzos de ayuda.

Más de 4.000 personas están reportadas como desaparecidas por el terremoto.

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Rustam Pakaya, director del centro de manejo de crisis del Ministerio de Salud, dijo que los poblados de Pulau Aiya, Lubuk Lawe y Jumena, en el distrito de Pariaman, fueron arrasados completamente por los desprendimientos de tierra.

En Samoa
Tras el maremoto de hace cuatro días que ha matado a 170 personas en la región de Samoa, los funcionarios alteraron su atención de rescatar vidas a proporcionar a los sobrevivientes alimentos, agua y electricidad.

Casi la mitad de las aldeas afectadas en Samoa y la Samoa estadounidense vieron restaurados los servicios de agua y electricidad, y casi la totalidad del territorio tendrá electricidad gracias a los generadores dentro de tres a cinco días.