Energía Argentina S.A. (Enarsa) resolvió terminar su sociedad con Termopichincha (ahora dentro de la Corporación Eléctrica del Ecuador), lo que deja al Estado como único responsable del futuro del proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclair.
En los planes oficiales está que la central, a levantarse en la provincia de Napo, cuente con una potencia instalada de 1.500 megavatios (MW, por sus siglas en inglés), energía suficiente para encender a la vez 16 millones de focos y abastecer al 75% de la demanda de energía del país.
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De acuerdo con el ministro coordinador de los Sectores Estratégicos, Galo Borja, el costo total de la obra es de $ 1.979,7 millones. Al inicio, sin embargo, el precio se había establecido en alrededor de $ 1.500 millones.
Enarsa y Termopichincha conformaron la empresa Coca Codo Sinclair, que es la dueña de la central. Esta, a su vez, contrató a la compañía china Sinohydro para que financie y construya el proyecto.
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Enarsa llegó en el 2007, a pocos meses de posesionado el gobierno de Rafael Correa. El entonces legislador León Roldós cuestionó su participación, debido a que no presentaba la suficiente experiencia y la calificó como una “empresa de papel”.
La decisión de Enarsa de abandonar la sociedad fue notificada el 31 de agosto pasado, en una reunión que mantuvo en Argentina el ministro Galo Borja con los ejecutivos de Enarsa. Hasta el momento, el Gobierno no ha explicado las razones que fueron expuestas por la firma.
Borja afirmó la semana pasada que el Ministerio de Finanzas está encargado de concretar el préstamo para que Sinohydro inicie la construcción. La salida de Enarsa no altera las negociaciones para obtener financiamiento.
Ayer, una comisión del banco Exim Bank de China tenía previsto empezar los diálogos del préstamo, que corresponde al 85% del costo total que tendrá la obra ($ 1.979,7 millones). Las condiciones de este crédito contemplan un plazo de diez años y cinco de gracia.
El 15% será financiado por el Estado, vía presupuesto, dijo Borja.
Édgar Ponce, vicepresidente del Consejo Nacional de Electricidad, explicó que la participación de Enarsa debía ser del 30% del costo total del proyecto y que esa condición no fue cumplida.
La falta de recursos es una de las razones que, de acuerdo con fuentes relacionadas con el sector eléctrico, supuestamente esgrimió la firma argentina. “Los cambios permanentes de las condiciones mundiales, la baja del precio internacional del petróleo, la relación e intereses de cada uno de los países hicieron que las cosas se modifiquen”, aseveró Ponce.
La central Coca Codo es uno de los proyectos estrella del gobierno de Rafael Correa, pues con este el régimen espera una era de exportaciones de electricidad a los países vecinos.
La potencia de Coca Codo se sumará a las que produzcan Mazar, Toachi Pilatón, Baba y otros proyectos medianos.
León Roldós sostiene que no deben devolverse las acciones de Enarsa en Coca Codo Sinclair, sino únicamente su aporte económico, es decir, unos $ 120 mil.