“Antiimperialista, revolucionaria y socialista”. Así define el presidente Hugo Chávez a la Fuerza Armada Nacional (FAN) venezolana, institución que según expertos experimenta en los últimos años un progresivo proceso ideológico.
Esta transformación va acorde con el concepto que sobre la fuerza militar tiene Chávez dentro de su socialismo del siglo XXI, ratificado el pasado 13 de abril cuando afirmó que “la fuerza armada es hoy y cada día más, profundamente revolucionaria, antiimperialista, socialista y popular”, en los actos por el séptimo aniversario de su regreso al poder tras el fallido golpe de Estado del 2002, protagonizado por militares.
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Las primeras definiciones políticas sobre el nuevo papel de los militares las dio Chávez en junio del 2007, durante el 186 aniversario de la Batalla de Carabobo y Día del Ejército bolivariano, donde habló de la necesidad de conformar “el nuevo pensamiento militar venezolano”, junto al nuevo pensamiento económico y político.
En las FAN hay unos 14.000 oficiales, formados en su mayoría con esquemas ideológicos y militares radicalmente distintos a los propugnados por Chávez, lo que ha desencadenado purgas entre los altos mandos.
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Argumentando temor de la invasión de “una potencia extranjera” el mandatario creó en el 2005 un comando de reservistas, actualmente milicia popular, que moviliza a la población en caso de ataque externo y que se recluta través de la misión social Miranda, definida como “la fusión entre la Fuerza Armada y el Pueblo”.
“Con este brazo armado de la revolución, el Presidente tiene la posibilidad de formar individuos en escasos meses, ignorando todo lo que son los elementos clásicos de la profesionalización como disciplina, obediencia y subordinación”, afirmó la semana pasada Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano, que monitorea el sector armado en Venezuela y para quien el proceso de ideologización de las Fuerzas Armadas “es claro y abierto”.
Según la analista, es una nueva casta militar caracterizada por lealtad ciega al líder y al proceso político pero susceptible de caer en corrupción.
La adopción, en mayo del 2007 de la consigna “Patria, Socialismo o muerte” por los militares como lema para actos oficiales y para saludar a Chávez en su condición de Comandante en Jefe lo confirmó.
El Gobierno dice que el lema hace “patriotas” a los militares, pues el “proyecto de Patria” es construir el socialismo.
Cuando se expidió la Ley de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana el 31 de julio del 2008, un informe de Control Ciudadano recogido por el diario El Nuevo Herald señaló que el sector militar venezolano sufre la más radical transformación en un siglo, moldeado en el esquema castrense cubano: un presidente con una licencia sin precedentes en el manejo del poder militar y con autoridad de mando sin respetar jerarquías.
El artículo 80 de esa ley establece que “el personal militar en todos los grados o jerarquías estará subordinado al oficial que ostente el mando”, es decir que un general de división puede estar subordinado a un subteniente, si a este el presidente le confiere el mando en una determinada unidad militar.
Además podrán ejercer funciones civiles antes vedadas, como elaboración de planes, programas, proyectos de desarrollo integral, e instaurar un sistema de inteligencia para recolectar información privada a través de miles de centros comunales. También acapara funciones policiales, lo que según Enrique Prieto Silva, experto en leyes militares, implica una “militarización de la función policial”.
Gral. Ángel Vivas Perdomo
Militar sancionado
“Patria, Socialismo o muerte no está fundamentado en el patrimonio moral ni los valores de la doctrina de Bolívar”
Hugo Chávez
Presidente de Venezuela
“La Fuerza Armada es parte de un proyecto político. No se puede separar el pensamiento militar del político”.