Tras cuatro años de haber sido derrocado del poder (abril del 2005), el coronel Lucio Gutiérrez busca por segunda vez la Presidencia del Ecuador, pero sin respaldo de grupos sociales, indígenas e incluso de sectores de la derecha, que ahora lo responsabilizan de haber viabilizado que Rafael Correa y Alianza PAIS accedan al gobierno.

Su carrera política se inició con la revuelta indígena del 2000, que terminó con la caída del presidente demócrata cristiano Jamil Mahuad. Entonces, Gutiérrez se mostraba como un hombre de ideología izquierdista, con un discurso de cambio y lucha contra la corrupción, pero al llegar al poder (enero del 2003), su gestión sufrió un cambio radical al declararse aliado de EE.UU., lo cual cuestionó su ex canciller Nina Pacari, quien luego renunció y abandonó el régimen.

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Ahora Gutiérrez, de 52 años, aspira a ocupar el sillón presidencial, pero con una ideología política que él mismo define como “de centro izquierda de avanzada, moderna y pragmática”, y significa que Sociedad Patriótica (SP) es una organización que prioriza los intereses nacionales, no particulares.

Variaciones de discurso y acciones que a decir del decano de la Facultad de Comunicación Social de Quito, Fernando López, podrían repetirse de volver a Carondelet.

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En su carrera política, de casi una década, el coronel hizo amigos y contrincantes radicales, como el secretario de la administración de su Gobierno, Patricio Acosta, su compañero de lucha en la sublevación del 2000. A su juicio, “Gutiérrez no es un hombre dañino, de mal corazón, pero peca de ingenuo, oye a quien no debe oír y utiliza a las personas”, dice.

La falta de consistencia ideológica, su permisividad para aceptar ideas de terceros y reformar acuerdos alcanzados con sus colaboradores directos, hicieron que permitiera a familiares y amigos influir y participar en el Gobierno. Errores que, dice Gutiérrez, no volverá a repetir, porque hoy es una persona renovada y con mayor experiencia política.

Las decisiones que debió tomar mientras estuvo en el poder tuvieron -además- un alto costo en su vida familiar: su separación conyugal con Ximena Bohórquez, quien se convirtió en una de sus rivales políticas.

Ruptura matrimonial
Los conflictos familiares se hicieron públicos después de que Gutiérrez se posesionó como mandatario y le retiró a Bohórquez un poder que le entregó para el manejo de los bienes conyugales (febrero 2003); y se volvió irreconciliable cuando ella fue descalificada por el antes Congreso de la curul de diputada. La ex pareja aún no logra separarse legalmente, pues el Juzgado 5º de lo Penal de Pichincha rechazó la demanda de divorcio que planteó Bohórquez (enero del 2007).

Aunque ha madurado por el hecho de haber gobernado y sufrido un golpe de Estado, según el analista político Antonio Rodríguez Vicens, Gutiérrez es también el gran responsable de lo que vive el Ecuador, ya que en su poder atropelló la Constitución. Es que antes de cumplir dos años en el poder (diciembre del 2004), una mayoría legislativa respaldada por el PRE, Prian, PSC, UDC, entre otros, destituyó la Corte Suprema de Justicia de 1997 para reemplazarla por la llamada ‘Pichi Corte’, que provocó una cadena de críticas, alzamiento popular y su posterior caída del poder.

Desde entonces, Gutiérrez se mantiene vigente en la vida política nacional y no ha ejercido ningún cargo público o privado que le represente un ingreso económico. Según él, sobrevive y hace actividades proselitistas con los recursos que generan plantaciones de cacao y el ganado que posee en una propiedad de Napo, su provincia natal, en donde además cría tilapia.

También recibe rentas de siete departamentos que construyó años atrás, de asesorías que brinda en educación física y seguridad, de su jubilación militar y su pensión de ex presidente.

Plan de gobierno

Vamos a defender la dolarización, a focalizar los subsidios y controlar el gasto público a través de la supresión de instituciones ineficientes que mantenga el Estado.

Multiplicaremos las ofertas de trabajo a nivel nacional, devolviéndole de esta forma la tranquilidad a los ecuatorianos.

Reformaremos la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial para beneficio de toda la población.

En lo Social planteamos la creación del Banco de Tierras, fomentaremos la microempresa e impulsaremos los programas de atención para los grupos vulnerables.

En el sistema judicial haremos un inventario de las leyes para su depuración, implementaremos el juicio oral, la autonomía de los organismos de justicia y defenderemos los derechos adquiridos por los ciudadanos, especialmente de los grupos vulnerables como de los jubilados, tanto los del sector público como privado, Fuerzas Armadas y Policía Nacional.

Apoyaremos a la mujer trabajadora con la revisión de la jubilación especial con 25 años de aportaciones.

Nuestros legisladores  impulsarán la fiscalización del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), del Ministerio de Salud, Ministerio de Obras Públicas, Ministerio de Deportes para transparentar las obras ejecutadas y sancionar a los responsables por su negligencia.

Bajaremos  los intereses de los créditos del Banco de Fomento y la banca privada. Buscaremos restablecer los equilibrios macroeconómicos, controlaremos la inflación, incentivaremos la producción y la recaudación eficiente y proporcional de impuestos.

Reconoceremos la pluriculturalidad. Evitaremos la deforestación y tala indiscriminada de bosques con la venta de bonos verdes.