El gobierno venezolano iniciará mañana la fiscalización de las tradicionales tiendas de arepas para obligarlas a bajar los precios, lo que causó alarma entre los comerciantes, que advierten que cerrarán sus negocios antes de “vender a pérdida”.

En un mercado organizado por el gobierno, el ministro de Comercio y jefe del organismo de protección al consumidor Indepabis, Eduardo Samán, explicó que se hará la fiscalización porque “no es posible que una arepa cueste entre 18 y 20 bolívares (8,3 y 9,3 dólares)”.

Publicidad

Samán reiteró que los ingredientes para la elaboración de la arepa, un bollo de harina de maíz que se puede rellenar con distintos preparados, se venden en su mayoría a precios bajos, regulados por el gobierno.

Con ese  argumento, el Ministro de Comercio aseveró el miércoles pasado que una arepa con cualquier relleno debería costar “1,5 bolívares” (0,69 dólares), un precio que incluso está por debajo de los 2 bolívares (0,90 dólares) en que se vende una unidad sin guiso en el este y centro de Caracas.

Publicidad

El Ministerio de Comercio publicará mañana la lista con la “cadena de costos” de la arepa, y los comerciantes tendrán que acatarla y aceptar que deberán obtener ganancias “razonables”, dijo Samán, aunque no repitió el cálculo de 1,5 bolívares por unidad rellena que sugirió anteriormente.

Advirtió que si se mantienen los actuales precios de las arepas, los comerciantes incurrirían en usura, un delito que en este país, recordó Samán, conlleva penas de “de dos a cinco años de cárcel”, además de multas por entre 100 y 5.000 unidades tributarias. La unidad tributaria en Venezuela es de 55 bolívares (25,58 dólares).

Según la prensa, comerciantes de Caracas  cerrarán sus negocios si los obligan a vender las arepas a 1,5 bolívares, porque ese precio está debajo del costo de producción del platillo.