AP
CARACAS.- Coincidiendo con las reciente críticas de Hugo Chávez a la ofensiva militar israelí en Gaza, se han registrado últimamente varios episodios de hostigamiento de judíos residentes en Venezuela, cuya principal sinagoga fue blanco de una agresión.

El presidente Chávez no ha criticado a los israelíes ni a los judíos en general, sino a su gobierno, y niega vehementemente que esté fomentando la intolerancia religiosa.

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Pero desde que comenzó su campaña antiisraelí se han sucedido varios incidentes, que tuvieron su mayor expresión en el ataque que sufrió la principal sinagoga de la capital la noche del 30 de enero, cuando un grupo de desconocidos destrozó objetos sagrados, pintó insultos dentro del centro y se robó una computadora.

El mes pasado un rabino fue interceptado en medio de una calle de Caracas por dos hombres que lo insultaron y persiguieron mientras le gritaba judío venimos por ti, y también ha habido episodios en los que grupos de personas se presentan en sinagogas y comercios de judíos para pintar esvásticas e insultos en las paredes.

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David Bittan, vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Venezolano Israelita, indicó que de forma simultánea comenzaron a aparecer en medios de comunicación estatales y pro-oficialistas declaraciones y artículos de opinión en los que se llama a un boicot contra los comercios de judíos, y a protestar en las sinagogas.

Una semana antes del ataque a la sinagoga, un columnista chavista, Emilio Silva, publicó en el portal pro-oficialista Aporrea un artículo en el que tilda de escuálidos a los judíos, usando un término con el que Chávez suele referirse a la oposición.

Silva exhortó a emplazar públicamente a todo judío que se encuentre en cualquier calle, centro comercial, plaza, etc., a que tome posición, vociferándole consignas a favor de Palestina y en contra del estado-aborto de Israel.

También propuso que se realicen protestas frente a sinagogas, un boicot de negocios judíos, el cierre de escuelas judías y una campaña nacional para denunciar públicamente con nombre y apellido a los integrantes de grupos judíos de poder con presencia en Venezuela, indicando las empresas de su propiedad para boicotearlas.

Aporrea retiró posteriormente esa columna y publicó una disculpa, en la que dice que las afirmaciones de Silva fueron antisemitas y pide a los chavistas que critiquen al gobierno israelí pero no al pueblo ni los judíos en general.

Silva, un profesor de matemáticas de la Universidad Bolivariana, de 35 años, recibió el mensaje y al ser consultado por AP se abstuvo de comentar lo que describió como un tema muy polémico.

Mi posición es condenar cualquier acto que vaya en contra de la integridad de cualquier credo, convicción, etc, acotó, suavizando visiblemente su discurso.

Pero en el portal se mantenían el viernes otros artículos antisemitas de Silva y críticas al arzobispo de Venezuela por no condenar la ofensiva de Gaza. Desde entonces las oficinas del Vaticano fueron atacadas dos veces con bombas de gas lacrimógeno.

Elías Farache, presidente de la Asociación Venezolano-Israelita, dijo a la AP que uno de los hechos que ha generado mayor preocupación es que los individuos que causaron destrozos en la sinagoga hurtaron un pendrive y una computadora personal que tenía los datos de la comunidad.

Algunos jóvenes judíos como Simón Galante han tenido que optar por esconder su kipá para ir a la sinagoga ante el temor de que puedan ser víctimas de agresiones verbales o ataques físicos.

Galante, un universitario de 21 años, aun tiene fresco en su mente el traumático momento que vivió la tarde del 23 de enero cuando caminaba junto a su hermano por una calle de la urbanización de San Bernardino, del norte de la capital, para ir a la celebración del shabat en la sinagoga, y fue interceptado por unos desconocidos quienes desde una motocicleta en movimiento comenzaron a insultarlo.

Caminando se nos acercaron unos motorizados y nos empezaron a gritar asesinos. Gracias a Dios no pasó a más, a golpearnos, o algo más porque nosotros seguimos el camino y obviamos los comentarios, pero es sumamente triste, relató el joven al reconocer que su caso así como el ataque que sufrió la sinagoga lo hizo recordar las historias de persecución que vivieron sus ancestros en la Segunda Guerra Mundial.

Galante se abstuvo de decir el color de las franelas que portaban sus agresores para evitar cualquier identificación política, pero afirmó que yo estoy en Venezuela, no estoy allá (en el Medio Oriente) disparando ni nada. Cada uno puede tener su opinión y no debemos trasladar el conflicto aquí.

La aparición de casos de hostigamiento a los judíos ha coincidido con la crisis diplomática que se desató a inicios de año entre Venezuela e Israel luego que el presidente Hugo Chávez ordenó la expulsión del embajador israelita y rompió relaciones con Tel Aviv en protesta por las acciones que realizaron en la Franja de Gaza los militares israelitas.

Chávez ha fustigado con vehemencia a Israel por sus acciones militares y ha tildado de asesino al gobierno israelí.

La semana pasada Israel expulsó a dos diplomáticos venezolanos en represalia por la decisión que tomó el gobierno venezolano.

El presidente Chávez no tiene nada directamente contra los judíos, dijo Bittan al rechazar los señalamientos de algunos opositores que han responsabilizado al mandatario de las agresiones a la comunidad hebrea.

El directivo afirmó que la comunidad desea que el gobierno se pronuncie fehacientemente: nosotros no tenemos nada en contra de los judíos, nosotros vamos apoyar a los judíos.

Señores hay que bajar el verbo, agregó.

Bittan informó que luego del ataque a la sinagoga la policía apostó grupos de vigilancia permanente en los centros religiosos de la comunidad.

El jueves Chávez llamó por teléfono a Farache y mantuvo una conversación que fue transmitida en vivo por la televisión estatal, en la que se comprometió a garantizar el bienestar de los judíos de Venezuela y condenó el ataque a la sinagoga.

El gobernante dejó entrever que grupos opositores podrían estar detrás del hecho.

Chávez dijo a la cadena CNN en Español que los cuerpos policiales iniciaron las investigaciones para dar con los responsables del hecho.

En tanto, la Fiscalía General informó el viernes que imputará a los dos vigilantes de la sinagoga capitalina que fue atacada el 30 de enero. Ambos estaban en el recinto cuando un grupo de hombres ingresó al centro religioso y realizó destrozos.