Juan de Dios Parra, secretario general de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos (Aldhu), indicó ayer que José Ignacio Chauvín no es funcionario del organismo desde que inició su actividad política en PAIS.
Parra admitió que Chauvín colaboró con la Aldhu desde muchacho, liderando una red de derechos humanos, pero manifestó que se desligó de la organización cuando inició su actividad política, en el 2006.
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No obstante, Chauvín se presentó como miembro de Aldhu en noviembre del 2008, en un recorrido por la frontera realizado con el senador demócrata estadounidense James Mc Govern. En ese acto se pretendía que el ministro de Seguridad, Miguel Carvajal, en ese entonces viceministro de Defensa, constate las denuncias de supuestas torturas cometidas por el ejército ecuatoriano contra los pobladores de frontera.
Pero Chauvín no es el único colaborador de la Aldhu involucrado en el caso. También se encuentra Diego Benítez Osejo, quien defiende a los hermanos Ostaiza y trabajó como abogado de la organización de derechos humanos.
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“Él (Benítez) estuvo entre los muchos de abogados que ofrecieron sus servicios a la Aldhu para distintos casos. No es el abogado (oficial de la organización)”, manifestó Parra.
Indicó además que de comprobarse la vinculación de Chauvín y Benítez con el grupo ilegal, sería por una relación de carácter personal entre ellos y que en ningún caso la Aldhu estaría involucrada.