Fue bautizada como Penélope por los trabajadores del zoológico municipal de Loja. Ahí llegó hace dos semanas, luego de ser rescatada de la casa de un agricultor de la parroquia Amaluza (cantón Espíndola), donde la trataban como mascota.
“La tenían atada con un arnés, en un cuarto de madera de 2 m², comenta Vinicio Luzuriaga, veterinario del zoológico y encargado del cuidado de la osita de anteojos Penélope, quien tiene 6 meses de edad, mide 30 cm y pesa 20 libras.
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Según Luzuriaga, ella fue hallada hace tres meses en el sector de la laguna de Jimbura por el agricultor que luego la llevó a su vivienda. En ese lugar era alimentada con frutas, comida casera y coladas. “El único que le daba de comer era el señor que la había encontrado, al parecer, la cachorra veía en él a una figura materna, pero a los otros miembros de la familia (entre ellos tres niños pequeños) les huía”, señala.
Esta situación le produjo un alto grado de estrés a Penélope, incluso, señala el veterinario, los primeros días que pasó en el zoológico no quería comer y se mostraba agresiva.
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“Ahora ya está más tranquila y está comiendo normalmente”, resalta Luzuriaga, quien espera que Penélope pueda reinsertarse a su hábitat natural con la Fundación Espíritu del Bosque. Sin embargo, el zoológico no tiene fondos y por ello requiere la ayuda de una entidad que apadrine a la osita.