Hasta el 2 de junio del 2008, en que el directorio de la AGD dejó fuera del cargo al entonces gerente Oswaldo Padilla, esta entidad tenía identificadas solo 65 empresas como patrimonio de los hermanos Isaías, ex propietarios de Filanbanco y a quienes la AGD incautó más de 200 empresas el martes 8 de julio.
La comprobación de las 65 se dio en un lapso de tres meses y cinco días. Había comenzado cuando la Junta Bancaria aprobó, el 26 de febrero pasado, el informe de la firma auditora Deloitte & Touche (del 21 mayo del 2001), que determina las pérdidas de Filanbanco S.A. al 2 de diciembre de 1998 por un valor de cuatro billones 313 mil 516 sucres, que al cambio de la época representaban 661,5 millones de dólares.
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Hasta el 2 de junio ya eran tres gerentes de la AGD durante el gobierno de Correa. Una (Alejandra Cantos) del gobierno de Lucio Gutiérrez fue ratificada y los otros dos fueron nombrados por el Mandatario. Pasaron también dos superintendentes de Bancos. Hoy, Correa y otros funcionarios de su gobierno señalan como uno de los culpables de la demora al ex superintendente de Bancos, Alfredo Vergara, quien ejerció entre el 1 de marzo y el 29 de noviembre del 2007. Este fue designado por el anterior Congreso de una terna propuesta por Correa y se fue por un mandato aprobado por la Asamblea.
“No soy ningún sumiso de nadie, ni esbirro de algún banquero como ahora dicen... La acción de la AGD se basa en el artículo 29 de su ley y no sé por qué no se aplicó... La Superintendencia de Bancos qué pito toca, si la AGD podía actuar”, afirma Vergara.
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El ex funcionario menciona que en ningún momento se le pidió tratar el informe de Deloitte y aclara que no pudo sesionar “porque los mismos delegados del Presidente no daban quórum, me boicotearon”. De los cuestionamientos que se le hizo en la época, ninguno se refirió directamente al caso Filanbanco. “Hoy se aplica por el momento político”, dice.
Gloria Sabando, quien sucedió a Vergara en la Superintendencia luego de ser gerenta de la AGD, promovió la aprobación del informe de Deloitte & Touche el 26 de febrero. A base de esa aprobación comenzó la identificación de los bienes.
Oswaldo Padilla, ex gerente de la AGD y quien estuvo en funciones durante siete meses, hasta junio 2, indica que en su periodo identificó 65 empresas de los Isaías. ¿Le presionaron para que acelere el proceso e identifique más bienes? “Eso dice usted, no ponga en boca mía”, responde Padilla.
Fue en un lapso de dos semanas, entre el 26 de junio y el día de la incautación, cuando se tomaron las decisiones más trascendentales. A Padilla le sucedió Dolores Herbozo. Ella duró diez días como gerenta y renunció irrevocablemente.
Marcel Romero Bastidas la reemplazó el 17 de junio y fue quien tuvo que enfrentar incluso la presión del presidente Correa, quien -según fuentes reservadas- acudió a una sesión del directorio de la AGD el 26 de junio y pidió que le dieran las salidas legales para que el Estado recupere el dinero que pagó a los clientes del cerrado Filanbanco. Romero no siguió más y el día 4 de julio se posesionó a Carlos Bravo Macías, quien cuatro días más tarde presidió el operativo de incautación de los 200 bienes.