“Dejemos las viejas prácticas de la partidocracia”, dijo al ratificar su dimisión “sin piola” a la presidencia de la Asamblea, aunque aclaró que no dejará su curul. Hasta el final reclamó el tiempo suficiente para que el debate de artículos constitucionales sea de calidad.
Alberto Acosta anunció su renuncia a la presidencia de la Asamblea Constituyente cerca de la 01:00 de ayer, cuando convocó vía internet a una sesión para tratarla.
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Pero catorce horas después, cuando intentó instalar al pleno, le fue imposible, porque sus coidearios de Acuerdo PAIS lo dejaron sin quórum.
Emocionado, luego de las 17:00, y rodeado de la minoría, confirmó a la prensa los temas que lo distancian del presidente Rafael Correa (a quien llamó “mi amigo”) y del buró político de Gobierno: consentimiento previo de indígenas para explotación petrolera; futuro de la naturaleza; desaparición de los consejos provinciales; amnistía para Gustavo Noboa y cambios en la justicia.
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Insistió en que se quiten los plazos para tratar el articulado. Pasadas las
19:00, su bloque, reunido en Manta, decidió aceptar hoy su dimisión, ascender a Fernando Cordero y a César Rodríguez, como primer vicepresidente.
Pasadas las 19:00 el bloque de PAIS aceptó la renuncia de Alberto Acosta en una cita en Manta. Acosta reiteró que hay que tomar el tiempo suficiente por la calidad de la nueva Constitución.
El correo electrónico circuló la madrugada de ayer. Pero había un cambio en el orden del día que ya se había fijado el sábado de la semana anterior. Como segundo punto no constaba el debate de la soberanía alimentaria, sino otro: “Conocimiento y resolución de la renuncia presentada por el señor Alberto Acosta a la presidencia de la Asamblea Constituyente”.
Al abrir sus correos a la mañana siguiente, tanto sus coidearios como las minorías se sorprendieron. Sabían que Acosta ya tenía discrepancias con el mandatario Rafael Correa y que en privado había admitido que “tomaría resoluciones importantes cuando sea conveniente”, pero no esperaban que fuese aquella.
Acosta se reunió la noche del domingo con Correa para conversar sobre los plazos de aprobación de la nueva Carta Magna. El primero insistía en plantear una nueva prórroga para no sacrificar la calidad del producto; el segundo, que debía cumplirse el plazo para evitar que la “derecha” deslegitimara la Constituyente y, por tanto, ganara el No.
Aquella discusión ya la habían mantenido la semana anterior; fue tan eufórica que Acosta optó por no asistir a la comisión general que Correa tuvo en la Constituyente para presentar su propuesta de mandato agrícola. Solo llegó una vez que Correa se había retirado. Y tampoco participó en el almuerzo organizado por PAIS.
Acosta permaneció en Quito en la mañana. Recibió llamadas de los asambleístas. Galo Lara (SP) comentó que, al comunicarse con él, le ratificó su decisión. Que no era una broma.
El ex presidente de la Asamblea llegó a Manta en el vuelo de las 13:30, acompañado por su esposa, Ana María Varea. Luego de pasar por su departamento, se dirigió a Ciudad Alfaro. Se sentó en su curul a las 15:05, cinco minutos después del horario de la convocatoria del pleno.
Solo el bloque que corresponde a la minoría estaba copado. El de PAIS, totalmente vacío. Todos estaban en la reunión de bloque convocada en la Universidad Eloy Alfaro de Manta con el buró político, a la que Acosta asistió pasadas las 18:30.
Asambleístas como Rafael Esteves (ex SP), Julio Logroño (SP) y Martha Roldós (RED) se acercaron a saludarlo. Unos minutos después se acercó a los periodistas, algunos le pidieron que no se marchara, a lo que él dijo: “Ya habrá otros mejores”.
Acosta esperó la llegada de sus coidearios hasta las 15:30 y luego clausuró la sesión. Enseguida volvió a su despacho.
Al salir de este para ofrecer su rueda de prensa, fue ovacionado por sus asesores y asambleístas amigos. En el cristal de la Unidad de Participación Social fue colocado un cartel que decía “Te apoyamos, Alberto”.
Buró
Pasadas las 18:00, se sumaron a la reunión del bloque de PAIS los ministros de Gobierno y de Seguridad, Fernando Bustamante y Gustavo Larrea, y el secretario de Planificación, Fander Falconí.
Empleados
Los empleados de la Asamblea estuvieron inquietos durante todo el día, esperando las resoluciones de PAIS. Algunos comentaron que estaban “de brazos caídos”.
Asesores
Los asesores de Alberto Acosta todavía no deciden si van a renunciar a sus cargos. Esperan al nuevo presidente.
Posturas del presidente Correa sobre Alberto Acosta y la asamblea
2008, enero 15
“Le solicito, muy humildemente, señor Presidente (Alberto Acosta), a esta Asamblea, perdón para esas personas acusadas por la toma ilegal de los Correos del Ecuador (...) Asimismo le solicito comedidamente (...) que la Asamblea también trate la amnistía (para) ex gerentes de la AGD injustamente perseguidos (al ex presidente de la República, Gustavo Noboa) víctima judicial”... (Informe a la Nación dado en la sede de la Constituyente).
2008, febrero
“Alberto cree que democracia es escuchar a todo el mundo y eso puede ser una trampa para demorar las acciones de la Asamblea”. (Declaraciones en una entrevista con Diego Oquendo).
2008, febrero 13
“Él es una de las pocas personas en el país por quien metería las dos manos al fuego (ante denuncia de Abdalá Bucaram de supuesto complot de golpe de Estado). Alberto es muy democrático –bueno yo también lo soy–, pero él cree que democracia es escuchar a todo el mundo y eso puede ser una trampa para demorar, por ejemplo, la acción de la Asamblea”.
2008, mayo 24
El presidente de la República, Rafael Correa, pidió a los asambleístas de Alianza PAIS que sumen esfuerzos para concretar el proyecto político en función del mandato que les dio el pueblo ecuatoriano y reconoció que hay algunos que tienen agendas personales y están en contra del proyecto “por lo que deben salir”.
2008, junio 21
“Cuando ni siquiera (la Constitución de 1988) se consultó al pueblo ecuatoriano, nosotros pudimos haber hecho lo mismo; ganamos con mucho más que ellos, con más del 60% de los votos –80 de 130 asambleístas–, pero somos profundamente democráticos y, a pesar de eso, dijimos ‘irá a consideración del pueblo ecuatoriano’”.
2008, junio 21
“Todos sabemos que se demoró mucho la Asamblea y que nos quedan solo cinco semanas para tener una Constitución excelente y a tiempo, en los ocho meses que nos dio el pueblo; tiene que acabar el 26 de julio. Se puede acabar y se puede tener una gran Constitución, pero no podemos fallar más. Se hizo un cronograma muy estricto...”.