13.400 militantes de PAIS difunden  los avances de los textos de la nueva Constitución. Los dirigentes y líderes de PAIS trabajan en las 24 provincias del país difundiendo el contenido de la nueva Constitución que se redacta en Ciudad Alfaro, con miras al triunfo del Sí en el referéndum.

El trabajo es puerta a puerta y aunque aún no se inicia la campaña electoral, el mensaje que transmiten es sobre los cambios que tendrá la nueva Carta Magna y sus bondades futuras.

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Pero puerta a puerta también trabaja Lucio Gutiérrez, el ex presidente (Sociedad Patriótica), quien no teme que el Tribunal Supremo Electoral lo sancione por adelantar la campaña por el No al referéndum.

Mientras, el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, hace campaña por la defensa de la ciudad, censurando las resoluciones de la Asamblea.

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El trabajo es silencioso, de puerta en puerta como lo habían hecho en la campaña para la elección presidencial. En la mañana, la tarde o en la noche, cuando los dirigentes y líderes del movimiento PAIS tienen tiempo.

El objetivo es concienciar a la gente sobre cómo avanza el trabajo de la Asamblea Constituyente y lo que hace el Gobierno del presidente Rafael Correa; no es una campaña por el Sí, es una fase de preparación. Así lo concibe Norberta Mina, coordinadora del movimiento PAIS en la parroquia Ximena.

Como ella, la tarea es seguida religiosamente por 13.400 militantes del movimiento, quienes en una especie de labor de hormiga se mueven entre 1.743 manzanas en las que han divido a la ciudad como una estrategia para aglutinar más seguidores. El objetivo es el triunfo del Sí.

El ritmo es agitado en los tres pisos del edificio de la central de PAIS en las calles Esmeraldas y Gómez Rendón, aquí es donde se germina el plan que busca una “sexta victoria en las urnas”, afirman.

Todas las semanas, grupos de hombres y mujeres participan de las charlas de capacitación, dirigidos por los coordinadores, quienes se encargan de analizar y debatir todos los articulados que se van aprobando en la Asamblea Constituyente que ellos consideran es parte del proyecto político del régimen.

La capacitación se complementa con información sobre qué es la Constituyente, los cambios que se buscan con la nueva Constitución (eliminar la corrupción,  generar empleo,  mejorar la economía, no regresar al pasado),   porque en caso de un pronunciamiento por el No significará un retroceso, dice Raúl Patiño, coordinador de la organización interna del movimiento..

Con toda esa información, el capacitador recorre su zona, golpea puertas y difunde lo aprendido a sus interlocutores, destacando además lo positivo del trabajo del gobierno de Rafael Correa  y los cinco ejes de la revolución ciudadana.

Miles ya se han capacitado y otros 450 capacitadores están en proceso de formación en este lugar y en otros centros del movimiento en las diferentes parroquias, refiere Patiño.

Las jornadas de trabajo se extienden hasta  la noche. Entre lunes y viernes Byron Valle, uno de los líderes de los coordinadores, se reúne con los dirigentes parroquiales.  El pasado miércoles lo hizo con decenas de representantes de la Febres Cordero, en donde se evaluó el trabajo semanal.

Todos los fines de semana, “sin excepción”, se realizan  talleres en barrios y cantones, donde se promueven los debates para que los ciudadanos comprendan lo que está pasando. En algunos de ellos participan los asambleístas, comenta.

La estrategia es la misma en las 1.200 parroquias del país. Pedro Lara Meza, coordinador en El Empalme, dice que el plan avanza y están listos para cuando comience la campaña.

Lo mismo ocurre en las zonas marginales. Con un “sequito” de pollo se abre el diálogo de los domingos en la noche entre el asambleísta Balerio Estacio y los coordinadores de las manzanas de las zonas marginales al norte de la ciudad.

Participan en reuniones cada 15 días para preparar la campaña por el Sí en el referéndum.

Los contactos comienzan a través de amistades y vecinos, refiere Raúl Rodríguez, uno de los líderes barriales. La meta es reunir a 1.200 coordinadores en la zona norte, anota Lastra.

Aunque no ven obras en el primer año de gobierno de Rafael Correa, Lastra expresa que tras la Constituyente esperan que puedan cumplirse las promesas porque hace diez años que no tienen obras.