Los ministros de Seguridad, Gustavo Larrea; de Gobierno, Fernando Bustamante; y de Relaciones Exteriores, María Isabel Salvador, denunciaron ayer que “personas heridas o incluso ilesas” pudieron haber sido ejecutadas.

Según los estudios realizados por tres médicos ecuatorianos y dos italianos, Aisalla y otras tres personas no murieron por efectos del bombardeo, sino por golpes o disparos.

Publicidad

Todos esos datos serán enviados a la Fiscalía para las investigaciones y al Gobierno colombiano para que explique las causas reales de las muertes. Ecuador no descarta judicializar a nivel internacional los hechos presumiblemente ocurridos en Angostura.

El caso que más preocupa  es el de Aisalla, a quien se lo confundió con uno de los cabecillas de las FARC. Su cadáver fue sometido a dos autopsias, una en Colombia, proceso en el cual Ecuador cree que se perdió importante información.

Publicidad

De todas formas, el examen forense que se le realizó en Quito determina que durante el bombardeo Aisalla no sufrió los efectos de las ondas explosivas, ni tampoco resultó herido por las esquirlas. Más bien salió ileso de ese ataque y murió luego a consecuencia de una serie de golpes contundentes, uno de ellos asestado en la nuca con un objeto de forma cuadrangular, lo que le produjo un trauma craneoencefálico, probablemente dados cuando estaba arrodillado. También tenía un disparo en la región dorsal, por lo que Bustamante aseguró que Colombia debe explicar dónde se produjo la muerte  “si en Angostura o en Bogotá”.

Las circunstancias son parecidas en los otros tres casos. Dos hombres y una mujer no identificados, a quienes se les asignó los códigos C, F y A1.

El hombre C fue afectado por la onda explosiva, el impacto no fue letal. Tenía esquirlas en las extremidades inferiores y recibió siete disparos, probablemente cuando estaba gateando o inclinado.

La mujer F sobrevivió intacta al ataque. Su cuerpo tenía dos orificios de bala en la espalda. Su cadáver fue hallado sobre una camilla lo que hace presumir que se la iban a llevar y era considerada importante.

El hombre A1 tenía una esquirla en una pierna, pero lo que lo mató fue un disparo que comprometió su hígado, aorta, riñón y bazo.

Todos los datos se enviarán a la Fiscalía. También a Colombia  a través de la Embajada de Argentina en Bogotá, para que explique las causas reales de las muertes. Y se exigirá el informe de la autopsia de Aisalla.