“Los registradores civiles no permitirán que los declarantes del nacimiento (...) les coloquen (a los niños) nombres que los expongan al ridículo; sean extravagantes o de difícil pronunciación en el idioma oficial”, establece el artículo 106 de la propuesta de ley.

El texto también prohíbe el uso de “variantes familiares y coloquiales que denoten una identificación confusa o que generen dudas sobre la determinación del sexo”, continúa.

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El presidente Hugo Chávez insiste en que se deben preservar los valores nacionales y rechazar la ampliamente difundida cultura foránea. Por ejemplo, critica la admiración hacia héroes como Superman.

La ley propuesta prevé que los registradores dispongan de un listado de más de 100 nombres “más comunes”, que pueden ser utilizados como referencia por los interesados.

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Algunos nombres  evocan famosos personajes o acontecimientos como Kennedy, Eisenhower, Hochiminh o Hiroshima,  otros son más complejos como Temutchin del Espíritu Santo Rojas Fernández, publicó el diario El País.

Críticos cuestionan la actitud del Presidente porque mientras propone medidas de este tipo, al mismo tiempo renombra entidades clave como parte de la avenida de Páez, que ha sido rebautizada como avenida de Teherán, en honor a Irán.