En Fortaleza fletó un avión rumbo al  estado de Sao Paulo. Durante los tres años que vivió en Brasil ingresó al país otros cinco millones de dólares y compró lujosas casas en las ciudades de Porto Alegre, Florianópolis, Curitiba, Sao Paulo, Angra y Puoso Alegre.

Esta nueva vida de rico empresario le duró tres años, hasta que la semana pasada fue capturado en Sao Paulo por la Policía Federal de Brasil con  ayuda de la DEA (Agencia Antidrogas) de EE.UU., según un cuestionario de Folha respondido en prisión por Chupeta.

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El detenido reconoció que reunió una fortuna de  1.800 millones de dólares por el narcotráfico y que huyó de Colombia porque las autoridades no cumplieron un acuerdo de delación premiada.

Afirmó que son una “leyenda” las acusaciones de Estados Unidos y Colombia que lo responsabilizan de ordenar 350 asesinatos e introducir 1.000 toneladas de cocaína en territorio norteamericano.

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También calificó de “absurda” la acusación de que mató y lanzó al río Cauca a 35 familiares de Víctor Patiño, un antiguo aliado suyo del Cartel del Valle del Norte, de Colombia, quien decidió colaborar con la DEA.

Ramírez Abadía afirmó que “circulaba muy poco” dentro de Brasil, que se hizo dos cirugías plásticas en Sao Paulo y que antes de ser arrestado  se dedicaba a “negocios de narcotráfico” y a lavar dinero, según Folha.