Después de las protestas de Ecuador ante Bélgica, la Policía belga desmintió este martes haber maltratado o golpeado a la niña ecuatoriana Angélica Cajamarca y a su madre Ana, el lunes, cuando las llevaban al aeropuerto Schiphol-Amsterdam con miras a su expulsión hacia Quito.
Ecuador anunció el lunes su intención de presentar una nota de protesta ante Bélgica luego de informes que señalaban supuestos malos tratos que habrían sufrido Angélica, de 11 años, y sobre todo su madre, antes de que fueran liberadas a último momento el lunes al anochecer por orden de un tribunal belga.
La Policía federal belga, acusada por las dos ecuatorianas y su abogada, Selma Ben Jalifa, en base a un examen médico que aseguraba que Ana Cajamarca tenía señales de golpes, y de indicaciones de que su hija también había sido maltratada, desmintió "formalmente" en un comunicado haberlas "golpeado o maltratado". También exigió "que todas las declaraciones erróneas" al respecto "sean rectificadas".
El jefe del departamento de policía del aeropuerto de Zaventem, Bruno Franckx, dijo a la prensa "que no tenía ninguna explicación" sobre los eventuales rastros de malos tratos, y afirmó que su servicio "ni siquiera había tocado" a las dos ecuatorianas, que le fueron entregadas por la Oficina de Extranjeros para su traslado por la ruta hacia el aeropuerto de Schiphol-Amsterdam.
Aunque desmintió la implicación de su departamento, se negó a acusar a la Oficina de Extranjeros, considerando que una investigación sobre la forma en que se habían desarrollado los acontecimientos aclararía el caso.