Siempre sonriente y bromista, hasta con los sacerdotes de su colegio, de donde algunas veces fue suspendido. Pero también explosivo, si algo no le gusta o ve una injusticia. Así es el presidente electo Rafael Correa Delgado.

Bromista al punto de inventarse  apodos. Explosivo cuando algo no le agrada o si ve una injusticia. Experto en organizar grupos, pero desordenado con sus cosas. Caballeroso con las mujeres, entre quienes prefiere a las más sencillas. Amante de la lectura, del fútbol, de lo nacional, de la comida típica, de la música protesta y la andina. Su canción preferida,  Hasta siempre comandante,  que en 1965 escribió el  cubano Carlos Puebla en homenaje al revolucionario Ernesto Che Guevara.