Es así, dice, porque “la Lupita era enamorada de mi Rodrigo desde que eran niños. Rodrigo fue su único amor. Hay una foto en donde se les ve todavía tiernos y Lupita le mira con amor al Jodi, como ella le decía. Se casaron jovencitos: Rodrigo tenía 21 años y ella 19. Tuvieron tres hijos: Rodrigo, Priscila y Claudia”.Y pese a haber enfrentado años muy difíciles por la enfermedad coronaria de su esposo, Rodrigo Ávila Encalada, quien falleció por problemas cardiacos hace ocho años, Larriva ha desarrollado una amplia carrera como educadora: ha sido maestra del colegio Manuel Córdova Galarza, desde 1980, y catedrática de la Universidad de Cuenca, desde 1981, en las materias de Geografía Física del Ecuador, Geografía Rural, Geografía Política, Ecogeografía, Ecología Humana, Realidad Latinoamericana y Ecuatoriana, Geografía de América, Geografía de Angloamérica y Localización Industrial.Su actividad política también ha sido intensa. Fue presidenta de la UNE, núcleo del Azuay; miembro del Comité Ejecutivo Nacional de la UNE; candidata a alcaldesa de Cuenca; diputada por Azuay; presidenta de la Comisión de Educación, Cultura y Deportes del Congreso; miembro de la Comisión de Derechos Humanos, Justicia y Políticas Carcelarias del Parlamento Latinoamericano; presidenta del Foro de Parlamentarias y actualmente es presidenta nacional del Partido Socialista Frente Amplio (PS-FA).Para Manuel Salgado, socialista y ex presidente del Parlamento Nacional, las “virtudes de Guadalupe Larriva son su perseverancia, su don de gentes, su simpatía; es una mujer inteligente y con una formación académica que le ha permitido ser la segunda mujer en dirigir el Partido Socialista en sus ochenta años de historia; la primera fue Laura Almeida Hidalgo en el setenta”.“Es una socialista de mucho temple y autónoma: ella toma, finalmente, sus propias decisiones; yo no le encuentro defectos”, revela Salgado, su asesor parlamentario durante los cuatro años como legisladora.Y si bien Larriva es tierna y dulce con su familia, con habilidad y sensibilidad para la pintura y el bordado, la imagen que proyecta al público es la de una mujer firme.“Es una excelente jefa. Le agrada que la gente cumpla su trabajo; que las cosas que ella pide se las haga bien y a tiempo. No insulta, pero una mirada fuerte suya es suficiente para mostrar su enojo”, señala Lía Carrasco, su secretaria en los últimos cuatro años.Y así lo ha visto Jaime Arciniega, presidente de la Central Ecuatoriana de Obreros Libres. “Es una mujer de mucho coraje, de mucha firmeza y con una visión de país diferente a la que hemos tenido durante estos 27 años de democracia; siempre ha estado dispuesta para atender las aspiraciones de los trabajadores”.El historiador socialista Enrique Ayala Mora coincide con ese criterio y agrega que, “sobre todo, es una persona que ha demostrado una enorme coherencia”, y él le encuentra un defecto: “A veces es demasiado crédula con la gente”.Para Rafael Quintero, catedrático universitario socialista, el creer en la gente es más bien “una demostración de que se trata de una persona profundamente democrática en sus actitudes, ya que conoce a nuestra gente por ser educadora y analista de la realidad nacional del Ecuador”. Y la propia Guadalupe Larriva se define como “una persona nacida de las bases de las organizaciones sociales” y, por tanto, “sé de la importancia que tienen las bases en la organización institucional”.LO QUE DECLARÓ
Registró su declaración en la Notaría 5ª de Cuenca en el 2002.Una casa adquirida en 1985 con avalúo municipal de $ 2.000.Dos terrenos de 200 metros cuadrados cada uno adquiridos en 1997 y con un avalúo de $ 500 cada uno.Dos cuentas: una corriente en el Banco del Austro con $ 300 y otra de ahorros en el Banco M.M. Jaramillo con $ 500.Un vehículo Mitsubishi, modelo 1987, con un valor en matrícula de $ 4.800.","isAccessibleForFree":true}
Los efusivos saludos entre Alba Encalada de Ávila y Guadalupe Larriva de Ávila, suegra y nuera, en Cuenca, han sido una costumbre esperada por la familia. Alba, la madre política de Guadalupe Larriva González, de 50 años, quien ha sido designada ministra de Defensa Nacional, dice quererla como a una hija, pues la conoce desde que Guadalupe era una niña.