La mayor petrolera china, CNPC, quitó este martes hierro a los sucesos ocurridos el pasado fin de semana en Ecuador, donde una de sus instalaciones fue tomada por los indígenas, y señaló que ese tipo de sucesos no afectarán a sus intereses en Latinoamérica puesto que la firma "sabe lidiar con ellos".

"Ya han ocurrido sucesos similares, también en otros países latinoamericanos como Perú. En otros países las protestas son algo normal, una forma de expresión", aseguró este martes un portavoz de la empresa petrolera en Beijing.

"Las compañías (chinas) sabemos cómo tratarlo, no nos preocupa", añadió la misma fuente.

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El pasado 10 de noviembre, trescientos manifestantes de las comunidades indígenas tomaron un pozo petrolífero de Andes Petroleum (un consorcio chino-ecuatoriano) en la ciudad amazónica de Tarapoa y tomaron a 30 trabajadores locales como rehenes.

El Ministerio de Asuntos Exteriores chino, en cambio, manifestó su preocupación por los hechos y destacó hoy que la embajada de China en Ecuador ha pedido a los departamentos relevantes "que protejan la seguridad de los intereses chinos en el país andino, así como a sus trabajadores".

La portavoz de AAEE china, Jiang Yu, aseguró que los incidentes habían durado sólo un día, pero las informaciones de Ecuador señalaron que la toma de rehenes se prolongó durante tres jornadas, hasta ayer, lunes.

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Una división del Ejército ecuatoriano fue enviada para detener las protestas, que finalizaron sin incidentes violentos y con la liberación de los rehenes.

CNPC reconoció que el suceso había causado enormes pérdidas económicas en la instalación, que perdió parte de su capacidad productiva (de los iniciales 42.000 barriles por día a sólo 14.000).