Desde las 00h01 de hoy hasta las 12h00 del lunes rige
la ley seca en todo el país. Los trece binomios presidenciales, decenas de aspirantes al Parlamento Andino, cientos de candidatos a diputados y consejeros provinciales y miles de postulantes a concejales arriaron anoche sus banderas y silenciaron los parlantes, una vez terminada la campaña electoral.
Masivas caravanas motorizadas y mítines matizados por músicos nacionales y extranjeros marcaron la última jornada proselitista.
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Ahora los cerca de nueve millones de ecuatorianos aptos para votar tendrán 48 horas para meditar y decidir por quién lo harán.
Mientras tanto, ayer el representante de la Organización de Estados Americanos (OEA), Rafael Bielsa, consideró poco probable la posibilidad de que se intente un fraude el próximo domingo.
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Los resultados preliminares de la elección presidencial se tienen previsto conocer ese mismo día. La empresa brasilera E-Vote es la que está a cargo de ese proceso y mañana tendrá listo su sistema informático.
Durante el periodo de campaña, algunos de los postulantes viajaron al exterior para intentar captar el voto de los migrantes ecuatorianos, quienes intervendrán, por primera vez, en este proceso. En total, son 145.000 votantes, según el padrón electoral.
En tanto, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) concluyó ayer con el reparto a los tribunales provinciales del material como biombos, urnas, papeletas y certificados de votación. Estos dos últimos documentos los recibe hoy el organismo de Pichincha.
Respecto a la seguridad de los comicios, la Policía Nacional desplegará a 30.921 efectivos en todo el país durante las elecciones.
Los partidos y movimientos políticos también vigilarán las urnas para que no ocurra algún fraude electoral. Para ello, tienen previsto desplegar este domingo a miles de personas para que vigilen el conteo de votos y la transferencia de resultados.
La última novedad política que se generó ayer, a dos días de las elecciones, fue en la Izquierda Democrática (ID) que analiza la expulsión del militante Patricio Jijón, luego que este decidió darle su apoyo a Rafael Correa, presidencial de Alianza PAÍS, y se desafilió el miércoles pasado señalando que en su partido falta liderazgo para dirigirlo.
Este pedido de expulsión lo solicitó Alfredo Vera –miembro de la comisión política del movimiento–, quien calificó a Jijón de traidor a la línea política del partido.
Correa se despide con promesas puntuales
QUITO |
El candidato presidencial de Alianza PAÍS, Rafael Correa, cerró su campaña electoral anoche en esta ciudad con tres anuncios puntuales.
El primero, que de llegar al Gobierno revisará todos los contratos que el Estado mantiene con las empresas petroleras privadas; y el segundo anuncio, “que calificar de terroristas a las FARC es armar una guerra contra ese grupo”.
El último anuncio que hizo el candidato es que evitará que la banca local envíe el 10% de los depósitos de sus clientes al extranjero.
En la tarde, el presidenciable retrasó por tres horas su recorrido por el Centro Histórico, debido a que improvisó una conferencia de prensa en la sede de su movimiento ubicado frente a la tribuna de Los Shyris, al norte de Quito.
Desde las 14h00, frente a la sede del movimiento, se instaló una tarima que incluyó una pantalla gigante, luces y equipos de amplificación.
En la noche, ya en la tarima, Correa ratificó que no suscribirá el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y acabará con la tercerización laboral en el país.
En medio de una pertinaz lluvia, el aspirante denunció que las “mafias de derecha traficantes de armas” pretenden involucrar al Ecuador en el Plan Colombia para enriquecerse, aunque no especificó nombres.
Correa no dudó en identificarse con la corriente política que está “arrasando la región” y evocó a los mandatarios de Argentina, Néstor Kirchner; Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Bolivia, Evo Morales, y Venezuela, Hugo Chávez.
Calificó a la banca de “chulqueros con corbata” y prometió promover la base productiva y el empleo agrícola. Aprovechó para cuestionar el proselitismo de Álvaro Noboa, y lo instó a pagar sus impuestos y otorgar un mejor sueldo a sus empleados.
Noboa asegura que ya está en segunda vuelta
El candidato presidencial del Partido Renovador Institucional Acción Nacional (Prian), Álvaro Noboa, dice conocer quiénes pasarán a la segunda vuelta electoral: él y el ‘coronel’, como llama con naturalidad al aspirante de Alianza PAÍS, Rafael Correa.
Es que para el empresario bananero el país tiene solo dos opciones. Por un lado, el comunismo que –según afirma– representa Correa “para vivir como en Cuba”; y, por otro, el sistema liberal que asegura enarbolar.
Con esta “explicación”, Noboa empezó la tarde de ayer una multitudinaria caravana en la avenida de las Américas, en el norte de Guayaquil.
El presidenciable arribó en su avión privado, procedente de Manabí. Ya en la camioneta, se ubicó en el centro; su esposa Anabella Azín a su derecha y Sylka Sánchez a su izquierda. Ambas aspiran a dos curules legislativas en Guayas.
La concentración estuvo encabezada por siete caballos de la hacienda San Adolfo, propiedad que Noboa tiene en la vía El Triunfo-Bucay.
Una hora después llegó a la tarima instalada en la Octava y Bolivia, en el sector de Puerto Lisa, donde cerró anoche su campaña electoral.
Entre los organizadores del mitin se vio a Washington Naranjo, diputado electo por Sociedad Patriótica y director del movimiento Frente de Acción Solidaria, quien fue acusado por la ex intendenta del Guayas, Gisella Padovani, de pedirle $ 30 mil mensuales para mantenerse en el cargo.
En la tarima se presentó a Noboa como una persona idónea para dirigir el país, “pues sabe delegar funciones a los gerentes de sus empresas”.
Luego, Paloma Fiuza y Oswaldo Segura, de ‘Vamos con todo’, animaron el evento. Noboa dijo, en alusión a Correa, que no quiere ir “al mundo de Cuba, donde ganan $ 12 al mes... No quiero dictadura”. No faltó, la entrega de camisetas, sillas de ruedas, computadoras y dinero.