Establecer una reforma de la Constitución vía Congreso Nacional es una de las propuestas de campaña del aspirante presidencial Marco Proaño Maya.

El candidato por el  Movimiento de Reivindicación Democrática (MRD) plantea que si las reformas constitucionales no se logran concretar por medio del Parlamento, se convocará a consulta popular.

Publicidad

Como  parte de su propuesta también ofrece pagar la deuda del Estado al IESS en los primeros cien días de su gobierno.

Los subsidios del gas y de los combustibles los mantendrá si llega a ganar las elecciones de octubre próximo “porque están de por medio servicios básicos”.

Publicidad

En  1979, Assad Bucaram, líder de Concentración de Fuerzas Populares (CFP), elegía personalmente a los candidatos que representarían a ese partido en las elecciones del retorno a la democracia. Anotaba todos los nombres en una libreta y hacer que cambiara algún nombre era imposible... o casi.

Jaime Roldós, el candidato presidencial del CFP y sobrino político de Bucaram, había pasado a la segunda vuelta donde además se elegiría a diputados. Logró que su jefe de campaña en las provincias de la Sierra norte, Marco Proaño Maya, de  33 años, encabezara la lista de diputados en Imbabura, y no Segundo Obando (+), quien era el elegido.

La amistad con Roldós hizo que la carrera como político de Proaño Maya tomara fuerza, tanto que en los últimos  27 años ha estado en el Congreso, a excepción de los periodos  1984-1988 (no había reelección) y  1992-1994 (por ser candidato a la vicepresidencia).

Proaño y Roldós se conocieron como dirigentes estudiantiles, a inicios de  1970.

Sus padres tuvieron siete hijos, eran maestros escolares en Otavalo. Medardo Proaño, su papá, falleció de un paro cardiaco mientras enseñaba, cuando Marco tenía 3 años. Luego, la familia se fue a Cotacachi, porque su madre, Lucila Maya, encontró una plaza de profesora.

Cuando Marco tenía 9 años, su madre sufrió un accidente en la cocina, en el que se cortó parte del estómago. “Ella incluso llegó a darnos la última bendición”, enfatiza Proaño. Pero en el hospital del Seguro Social salvaron su vida, luego se jubiló y se asentó en la capital.

Marco se matriculó en el colegio La Salle, con una beca, se graduó y luego fue maestro de esa institución y del Manuela Cañizares, para pagar sus estudios universitarios.

Antes de la política, se dedicó a la defensa de los derechos de autor. De ahí su amistad con Jorge Icaza, el autor de Huasipungo, Jorge Araujo Chiriboga, compositor de Sendas distintas, y con su esposa Carlota Jaramillo, a quienes asesoró por el plagio de la canción Si tú me olvidas, que fue utilizada sin autorización en una película francesa.

Cuando ingresó al CFP, su amistad con Roldós se hizo intensa, al igual que con Abdalá Bucaram. “En el CFP éramos una familia muy unida. A Marco lo conocí a raíz de que fue diputado y yo intendente (de Guayaquil)”, comenta el depuesto presidente.

Ya en el gobierno, hubo un abierto enfrentamiento entre Jaime Roldós y el presidente del Parlamento, Assad Bucaram. En 1981, el partido sufrió el deceso de ambos líderes. El 18 de enero de 1983, Abdalá fundó el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) y contó con un aliado importante en Imbabura: Marco Proaño Maya, quien ganó la diputación nacional en 1988.

Proaño fue el rostro serio del PRE, partido por el que fue cuatro veces diputado por Imbabura, diputado nacional en dos ocasiones y, en 1992, candidato a vicepresidente, en binomio con Abdalá Bucaram.

En el Congreso promovió las leyes como la de Revaloración del Decimocuarto Sueldo, de 8 a 121 dólares, el aumento de las pensiones vitalicias para deportistas, artistas y héroes de guerra. Hubo ocasiones en las que no apoyó las tesis que manejaba su partido en el Congreso, según Víctor Hugo Sicouret, quien fue jefe de bloque del PRE. “A veces tenía posiciones o compromisos que no compaginaban con la posición del jefe de bloque. Si a Proaño no le agradaba la tesis, pues lo que hacía era retirarse, y muy pocas veces votaba en contra”.

“En 1998 yo fui el candidato a la presidencia, pero nunca se inscribió mi candidatura, y el PRE me cambió por Álvaro Noboa, y tuve la elegancia de respetar la decisión y me refugié en mi provincia”, asegura Proaño. Incluso fue el único diputado del PRE que defendió a Bucaram, cuando el Congreso lo destituyó de la presidencia el 6 de febrero de 1997.

La Ley de gasto electoral le trajo varios problemas con su partido. “Soy autor de ese proyecto, y qué oposición tuve del PRE, cómo me insultaban”, recuerda. El 20 de abril del 2005 se desafilió.

“Creo que cometió un error nefasto en desertar del partido. Pero en términos generales, ha sido un hombre decente, un caballero y un buen diputado”, dice Abdalá.

Ahora quiere ser presidente de la República, con el apoyo de los jubilados que le dieron las firmas para inscribir su candidatura por el Movimiento de la Reivindicación Democrática (MRD), con el que se lanza en su aventura por lograr la presidencia.

Para esto, escogió a Galo Cabanilla, el presidente del Colegio de Economistas del Guayas, para que sea su binomio. Asegura que no lo conocía personalmente, pero que por sus capacidades le parecía una buena opción y que en este tiempo le ha dado buenas ideas para su programa de gobierno, como el hecho de que para mejorar la capacidad productiva del país se podría bajar en dos puntos el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que actualmente está en 12%.

Su buró de campaña está compuesto por amigos y conocidos. Su hijo Marco está al frente del proselitismo, al igual que Jorge Tapia, un antiguo amigo universitario del candidato.

Jorge Vásquez, quien también lo ayuda en la campaña, asevera que la inversión total no sobrepasará los dos millones de dólares. Marco Proaño Maya suele ir a sus entrevistas sin guardaespaldas y manejando su propio vehículo, alega que el hecho de aceptar toda clase de entrevistas es una manera de promocionarse.

Proaño Maya se hizo político con el populismo bucaramista, en el que nadie se salva de tener enemigos procaces. Su caso es particular: quienes lo conocen no hablan mal de él.