Un tribunal venezolano condenó a penas de entre 10  y 30 años de prisión a 24 agentes policiales y militares, involucrados en el  asesinato de tres estudiantes universitarios, ocurrido el 27 de junio de 2005  en un populoso sector del suroeste de Caracas.
  
La decisión del tribunal fue emitida la madrugada del jueves en Caracas.  Los abogados de los agentes anunciaron de inmediato que apelarán la decisión.
  
El caso -que se conoció como la masacre de Kennedy, en alusión al nombre  del barrio en que ocurrió- conmovió a la opinión pública venezolana y cientos  de estudiantes manifestaron durante varios días para repudiar los crímenes.
  
Los tres jóvenes fueron asesinados cuando llevaban de regreso a su casa a  una compañera de estudios. Aparentemente, se pasaron un control policial y los  agentes dispararon contra su auto en marcha, en el cual viajaban un total de  seis universitarios: tres hombres y tres mujeres.
  
Los jóvenes detuvieron el vehículo, pero habrían sido perseguidos por los  callejones de la barriada hasta recibir tiros de gracia. Las tres muchachas que  los acompañaban quedaron gravemente heridas.
  
Los hechos fueron presenciados por la madre de una de las jóvenes, que al  percatarse de que su hija estaba en medio del tiroteo salió de la casa a  auxiliar a los estudiantes.
  
La acusación de la Fiscalía venezolana, hecha hace un año, contempló los  delitos de homicidio calificado con alevosía, homicidio calificado con alevosía  en grado de complicidad, y homicidio calificado frustrado con alevosía por  motivos fútiles e innobles.
  
Por este caso, el ministerio del Interior y Justicia intervino la comisión  de investigaciones de la Dirección de Inteligencia Militar, y las divisiones de  homicidios y criminalística de la policía científica, y separó del cargo a  varios de sus directivos.