“Nosotros vivimos aquí pero sin saber ni cómo hemos llegado. Dicen que nuestra descendencia es de África, pero yo solo he visto a esos niños desnutridos en Ruanda”, explica Emma Chalá, una negra recia y sobria de unos 60 años, quien recomienda buscar a los integrantes de la Banda Mocha. Tal vez ellos sepan, son los únicos viejos que aún tienen memoria.