Las autoridades investigan denuncias sobre el surgimiento de grupos que se autodenominan nuevas fuerzas de autodefensas, que se proclaman sucesores de los extintos grupos paramilitares.
  
El gobernador del norteño departamento de Bolívar, Libardo Simancas, los consideró pequeños grupos que han querido persistir en la amenaza contra ganaderos y habitantes de esta región.
  
Son algunos pequeños grupos que dicen autodenominarse nuevas fuerzas de autodefensas, sobre todo en los Montes de María pero son grupos pequeños de cuatro o cinco personas que desde luego hay que contrarrestar, declaró.
  
El ministro de Defensa, Camilo Ospina, la cúpula de las fuerzas armadas y el jefe de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), Sergio Caramagna, sostuvieron el viernes una reunión en esta población a unos 520 kilómetros al noroeste de Bogotá, para escuchar las denuncias y decidir cómo neutralizar el problema.
    
Hemos encontrado grupos que se han convertido en criminales comunes... no bajo la forma de organización militar y obviamente estamos tomando acciones inmediatas para erradicarlos y evitar que se puedan convertir en organizaciones criminales verdaderamente poderosas, dijo Ospina.
  
Añadió que recibió información de su existencia, en dónde están, quiénes son, dónde viven para poder adelantar acciones militares y policiales.
  
Según el ministro, esos grupos están conformados por un máximo de 20 personas.
  
En esa región del norte de Colombia, la presencia e influencia que ejercían los paramilitares fue categórica hasta que esas organizaciones se acogieron a un programa de reinserción promovido por el Gobierno hace unos meses.
  
Las cifras oficiales revelan que ese proceso pacificador desmovilizó a más de 23.000 combatientes que entregaron poco más de 13.000 armas y juraron abandonar la lucha armada.
  
El proceso ha sido criticado por organismos como Naciones Unidas porque, entre otras cosas, consideran que el proceso no garantiza evitar la impunidad sobre atrocidades cometidas por esos grupos ultraderechistas surgidos en los 80 con apoyo de hacendados que querían protegerse de la guerrilla.
    
El paramilitarismo sigue teniendo fuerte influencia en varias regiones del país... se registraron incumplimientos de cese de hostilidades, el reclutamiento de nuevos miembros y la conformación de nuevos grupos, denunció en su más reciente informe anual el alto comisionado de derechos humanos de Naciones Unidas en Colombia.
  
Pero el jefe de misión de la OEA, expresó que hay informaciones que la población, algunos sectores e instituciones transmiten como preocupación.
  
No obstante, Caramagna avaló que con una respuesta institucional clara frente a estas informaciones se está actuando de la mejor forma.
  
Opinó que lograr la desmovilización de 28 bloques de las Autodefensas Unidas de Colombia no es lo único, ni es la terminación, ni es la paz en Colombia, pero es el inicio y es un inicio que nosotros creemos que es beneficioso.
  
Después de escuchar esas denuncias, en otro consejo de seguridad en Tierradentro, Córdoba, a unos 400 kilómetros al noroeste de Bogotá, el ministro advirtió que mientras hayan cultivos ilícitos de coca, los paramilitares o las guerrillas seguirán siendo una amenaza para las comunidades colombianas.
  
Esos grupos cobran un impuesto a los campesinos que se dedican a esos cultivos.
  
En esa aldea hay 4.000 hectáreas de esas siembras, que las autoridades pidieron erradicar para garantizarles seguridad a los pobladores, expuso Ospina.