Unos 130 pasajeros fueron desalojados ayer de un avión de Southwest Airlines, luego de que los sobrecargos escucharon a un pasajero bromear sobre una bomba.
La aeronave estaba en posición de despegue cuando la tripulación suspendió la partida y llamó a la Policía, dijo Víctor Gill, portavoz del aeropuerto Bob Hope, de Burbank.
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El vuelo, 2074 a Las Vegas, despegó con cinco horas de retraso después de que las autoridades, con ayuda de sabuesos, revisaron el avión sin encontrar explosivos, dijo la portavoz de la aerolínea, Beth Harbin.
Un pasajero fue sacado de la aeronave, esposado, y se le detuvo para investigarlo por emitir amenazas falsas de bomba, informó la Policía.
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“En estos días y en esta era, después del 11 de septiembre, nada es asunto de risa. Todos saben que si uno llega a un aeropuerto debe comportarse bien”, dijo Gill a un canal de televisión.
El pasado 7 de diciembre, un tiroteo mortal se produjo en una de las mangas de la terminal aérea internacional de Miami, cuando el pasajero Rigoberto Alpízar, estadounidense de origen costarricense, de 44 años, abordaba el vuelo 924 de American Airlines, con destino a Orlando y, según versiones del FBI y autoridades del lugar, amenazó con una bomba que en realidad no existía.