El emblemático condenado a muerte Stanley "Tookie" Williams fue ejecutado mediante inyección letal en la prisión estadounidense de San Quentin (California, oeste), anunció este martes una portavoz de la administración penitenciaria en rueda de prensa.
Al darse a conocer la noticia, las miles de personas que se habían congregado en el exterior de la prisión expresaron su descontento, comprobó un periodista de la AFP.
"Ha terminado pero no ha terminado", les dijo el reverendo Jesse Jackson, un defensor de Williams, refiriéndose al combate del ex líder pandillero rehabilitado en contra de la violencia.
Según el relato de Steve López, un periodista del Los Angeles Times que asistió a la ejecución, Williams "se dejó hacer sin oponer resistencia" y "levantó la cabeza en varias ocasiones" cuando los empleados del penitenciario lo ataban al sillón para administrarle la solución letal.
"Fue declarado muerto a las 00h35 (08h35 GMT)", agregó.
Williams, un ex jefe de pandillas condenado a muerte en 1981 por la muerte de cuatro personas, siempre proclamó su inocencia. En prisión, renegó de su pasado de violencia, escribió libros para niños y fue propuesto en varias ocasiones para el Premio Nobel de la Paz.
El lunes, las últimas esperanzas de sus partidarios de verlo escapar a la muerte, fueron aniquiladas tras la negativa del gobernador Arnold Schwarzenegger a indultarlo y del rechazo a un último recurso presentado ante la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos.
"Los casos de clemencia siempre son difíciles y este no es una excepción", señaló Schwarzenegger en un comunicado.
"Después de estudiar la evidencia, investigar la historia, escuchar los argumentos y luchar con las profundas consecuencias, no pude encontrar ninguna justificación para otorgar la clemencia", precisó Schwarzenegger en la nota.
Añadió que "los hechos no justifican invalidar el veredicto del jurado o las decisiones de las cortes en este caso".
Schwarzenegger era la única persona que podía impedir la ejecución de Williams, en un caso que agitó las aguas en Estados Unidos y reactivó el debate sobre el racismo y la pena capital en el país.
Con 51 años, Williams fue objeto en los últimos meses de una masiva campaña por la conmutación de su pena, en la cual recibió el apoyo de las organizaciones de defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional, de responsables religiosos como Jesse Jackson y celebridades como el rapero Snoop Dogg, Bianca Jagger o los actores Jamie Foxx y Danny Glover.
La comunidad negra convirtió además a Williams en un símbolo de redención que cuenta con la experiencia de las pandillas, lo que le permitía llevar su mensaje a los guetos urbanos en que se encuentran los jóvenes afroamericanos, dijo la semana pasada Mary Huffman, presidenta de la seccional para California de la Asociación Nacional para el Avance de Gente de Color.
Poco después de conocerse la negativa de Schwarzenegger a conmutar la pena, la última luz de esperanza para salvar a Williams de la ejecución se apagó al ser rechazado un postrero recurso ante una corte de apelación.
"Williams no ha hecho prima facia para demostrar que su demanda (...) reúna los requisitos estatutarios de una clara y convinvente evidencia de su verdadera inocencia", señaló el juez de la novena corte de apelaciones en su fallo. "El pedido de detener la ejecución es denegado", indicó la corte.
En total, 646 personas, de los cuales 632 hombres y 14 mujeres, están en los corredores de la muerte y 12 fueron ejecutadas desde 1978 en California, donde ningún condenado a la pena capital recibió clemencia desde 1967, cuando Ronald Reagan -entonces gobernador del Estado- salvó de la ejecución a un condenado que sufría una enfermedad mental.