El paso del huracán Beta por el archipiélago colombiano de San Andrés y Providencia, con vientos de hasta 140 km, encendió la alarma de las autoridades colombianas y generó temor e incertidumbre entre los isleños, que durante varias horas del sábado estuvieron incomunicados.
Los 5.000 habitantes de la isla de Providencia vivieron con temor el paso de Beta y permanecieron en albergues temporales, mientras las autoridades implementaron un plan de emergencia que incluyó el envío de varios aviones militares con ayuda.
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Las autoridades colombianas no reportaron muertes. "Afortunadamente no hay víctimas fatales. No sabemos el número de heridos pero nos reportan que son lesiones leves. Eso sí, hay mucha destrucción", dijo el presidente Álvaro Uribe poco antes de partir hacia San Andrés a las 13h00 locales (18h00 GMT).
"Todavía hay una alerta importante sobre la isla de Providencia pero los vientos están cediendo. Sabemos que el huracán puede convertirse en categoría dos y que va rumbo a Nicaragua y Honduras", añadió.
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Según el más reciente comunicado oficial, emitido al mediodía del sábado, Beta avanzaba muy lentamente hacia territorio de Nicaragua con vientos sostenidos de 140 kilómetros por hora y categoría uno, el nivel más bajo en la escala de medición de huracanes Saffir-Simpson, que llega hasta el 5.
"El huracán Beta continúa de categoría uno con vientos sostenidos de 140 kilómetros por hora y ráfagas más fuertes. Se mueve muy lentamente y la imagen satelital más reciente indica que el centro de Beta se mueve hacia el noroeste de Providencia y se encuentra a 75 kilómetros al noroeste de la isla", según un informe de la Presidencia de la República.
De acuerdo al reporte, el centro de Beta estaba en la latitud 13.9 grados norte y 81.7 grados de longitud oeste, a 148 km del norte de San Andrés y 80 km del islote de Quitasueño. "Es posible que en cercanías de Quitasueño se experimenten vientos con fuerza de tormenta tropical en las próximas horas y alturas de olas entre dos y tres metros", añadió.
El reporte de la Casa de Nariño añadió que Beta se movía en dirección noroeste-oeste-noroeste, "a una velocidad de traslación muy lenta, alrededor de seis kilómetros por hora" y que aumentaba su "posibilidad de alcanzar la categoría de huracán dos e incluso categoría tres en las próximas horas".
"Para Providencia se esperan lluvias fuertes con vientos con fuerza de Tormenta Tropical e incremento de la altura del oleaje, superior a los 3 metros y con erosión de la zona de playa", concluyó.
Hacia el mediodía, tras sobrevolar Providencia y lograr comunicación con las autoridades de la isla, el ministro de Protección Social (salud), Diego Palacios aseguró: "hasta ahora no tenemos reportada ninguna víctima. Hay heridos muy leves que han sido atendidos cual lo planeado y varias casas destechadas como era de esperarse".
Según Carlos Costa, director del estatal Instituto de Estudios Ambientales y Meteorológicos de Colombia (Ideam) luego de haber perdido contacto con la isla hacia las 23h00 del viernes (04h00 GMT del sábado), su despacho logró comunicarse a través de internet con el capitán del puerto de la isla, Germán Collazos, quien confirmó que no se habían reportado heridos.
"La gente allí está sintiendo los efectos del huracán. Volaron los tejados de las casas y un puente que comunica a Providencia con Santa Catalina se vio afectado", dijo Costa.
En la noche del viernes al sábado la tormenta tropical Beta se convirtió en el huracán número 13 de la actual temporada, a su paso por la isla colombiana, ubicada a unos 210 km de las costas de Nicaragua.