Rosa Parks, pionera de los derechos civiles de los negros al negarse a dar su asiento en un ómnibus a un hombre blanco en 1955 desencadenando un movimiento para poner fin a la segregación racial en Estados Unidos, murió el lunes, según informes de prensa.
Parks tenía 92 años y falleció en su casa en Detroit, Michigan, según la prensa local.
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La salud de Parks se fue desmejorando en los últimos años de la década de 1990. Para entonces dejó de dar entrevistas y muy pocas veces aparecía en público.
En 1995 afirmó: "Me gustaría que la gente dijera que soy una persona que siempre quiso ser libre y que lo quería no sólo por mí; la libertad es para todos los seres humanos".
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En 1995, Parks se negó a dar su asiento en un ómnibus cuando un hombre blanco se lo pidió pese a que estaba obligada a hacerlo, según las normas del sur de Estados Unidos.
Su arresto desencadenó la reacción de los afro-estadounidenses, que boicotearon el transporte público de Montgomery, Alabama, durante más un año.
La actitud de Parks movilizó a más de 50.000 negros en Montgomery, que comenzaron a reclamar por sus derechos.
Un joven pastor llamado Martin Luther King lideró el boicot y un movimiento de no violencia que generaría cambios en la legislación local, estatal y federal en favor de los negros en Estados Unidos.
El representante de Georgia John Lewis dijo a CNN que "al permanecer sentada, en realidad se estaba poniendo de pie por todos los estadounidenses".
"Por más de 381 días, la gente caminaba por la calle antes que tomar los autobuses segregados. Organizaban viajes compartidos en auto. La actitud de Rosa Parks inspiró a un movimiento no violento de masas, un movimiento masivo de resistencia contra la segregación y la discriminación, no sólo en el transporte público", señaló Lewis, quien fue parte de ese movimiento.
Se ha señalado ampliamente que Parks dijo que estaba demasiado cansada para moverse de su asiento tras un día de trabajo como costurera en una tienda del centro de Montgomery.
"La gente siempre dice que no me levanté del asiento porque estaba cansada, pero eso no es verdad. No estaba cansada físicamente, o no estaba más cansada de lo que usualmente estaba después de una jornada de trabajo (...). No, sólo estaba cansada, estaba cansada de darme por vencida", dijo Parks en una reciente entrevista.
Los residentes negros de Montgomery boicotearon el transporte público hasta que la Suprema Corte decretó la ilegalidad de la segregación.
La inspiración para no subir a los ómnibus fue alimentada por servicios religiosos una o dos veces a la semana, donde las almas y los doloridos pies se aliviaban con canciones de libertad y conmovedores sermones.
También ayudó que los hechos atrajeran la atención de la prensa mundial, así como suficiente dinero para financiar un sistema alternativo de transporte con vagones asignados a varias iglesias y taxistas y propietarios de autos negros.
Parks y su marido perdieron sus empleos, aunque un funcionario de la tienda donde ella trabajaba dijo que fue despedida porque había bajado el negocio, no porque su acción hubiera desatado el boicot.
Pese a que el movimiento fue pacífico, la respuesta blanca no lo fue. Parks se mudó de Montgomery a Detroit años después por las continuas amenazas de muerte.