La Fundación Ana Frank de Amsterdam saludó el martes la "fuerza viva" de la caza de los nazis que era Simon Wiesenthal.

"Simon Wiesenthal, sobreviviente de los campos de concentración, era la fuerza viva responsable de la persecución y de la detención de numerosos criminales de guerra", indicó la fundación en un comunicado.

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"Después de años de persecución ubicó a Karl Joseph Silberbauer", oficial de la Gestapo que detuvo a la familia Frank el 4 de agosto de 1944 en Amsterdam.

Adolescente judía alemana nacida en Francfort en 1929, Ana Frank se había refugiado en Holanda con su familia en 1933. Después de la instauración de las leyes raciales en 1942, vivió escondida durante dos años en "el anexo" del apartamento de sus padres.

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Escrito en holandés durante los años terribles, su diario, publicado desde entonces en el mundo entero, da testimonio de los sufrimientos por los que pasaron las víctimas del nazismo.

Denunciada, Ana Frank y los suyos fueron deportados. Ella murió en 1945 en el campo de concentración de Bergen Belsen.

El presidente francés, Jacques Chirac, saludó en Wiesenthal a "un combatiente infatigable de la justicia y el derecho", y destacó que la  exigencia para la humanidad de no volver a cometer lo irreparable "es ahora más que nunca necesaria".

"Con Simon Wiesenthal, nos deja un combatiente infatigable de la justicia y el derecho", declaró el jefe del Estado de Francia en un comunicado.

Wiesenthal, una vida que el mundo no debe olvidar
El ex presidente polaco y jefe histórico del Sindicato Solidaridad, Lech Walesa dijo que Wiesenthal contribuyó a que fueran "reparados los crímenes de guerra".

"Trabajó mucho para que los crímenes y los horrores cometidos durante la Segunda Guerra Mundial fueran reparados, y para que los culpables del Holocausto (genocidio de los judíos) fueran castigados", declaró por teléfono Lech Walesa a la AFP.

"Aunque haya desaparecido a una linda edad (96 años), su muerte es una gran pérdida que debilita a la comunidad", agregó el Premio Nobel de la Paz de 1983. "Seguirá juzgando los crímenes, pero desde el más allá, desde el paraíso", predijo.

El alcalde de Viena, Michael Häupl, expresó su emoción y su respeto por un hombre que se esforzó en "mejorar las relaciones entre ciudadanos judíos y no judíos".

En Francia, a más del tributo que rindió el presidente Chirac, suscitó numerosas reacciones la muerte de Wiesenthal. El secretario general del Consejo de Europa, Terry Davis, señaló desde Estrasburgo que el fallecido actuó siempre "no por venganza, sino por justicia. Lo que hizo fue de gran importancia para el recuerdo y la dignidad de las víctimas, pero también para la seguridad y el bienestar de los que sobrevivieron".

Sin el esfuerzo del cazador de los nazis, "Europa nunca habría tenido éxito para curar sus heridas y conseguir la reconciliación. Fue un soldado de la justicia, indispensable para nuestra libertad, estabilidad y paz".

Una superviviente de los campos nazis fue Simone Veil, quien en la actualidad preside una fundación que mantiene vivo el recuerdo del holocausto y que calificó a Wiesenthal de "combatiente de la memoria, la justicia y la tolerancia" y agregó que defendió el principio de que "cada uno es responsable de sus actos".

El Congreso Judío Europeo hizo público en París un comunicado en el que mostraba su "profunda tristeza" por la muerte de Wiesenthal, "cuyo compromiso en la búsqueda y puesta ante la justicia de criminales nazis durante sesenta años hará que quede en el recuerdo como un hombre de coraje y convicción".