El alcalde de Quito y ex jefe del Comando Conjunto, general (r) Paco Moncayo (ID), hizo un llamado ayer a las Fuerzas Armadas a “reaccionar” en defensa de la Constitución.

A las 17h45, en las afueras del ex Banco Central donde funciona el Congreso, el personero municipal indicó que la institución militar se debe a la nación y no al dictador ni a sus amigos.

Publicidad

Las Fuerzas Armadas, dijo, tienen que entender que (Lucio) Gutiérrez y (Abdalá) Bucaram son los que más han ofendido y denigrado a la clase militar.

En compañía del prefecto de Pichincha, Ramiro González (ID), y del ex ministro de Defensa, general (r) José Gallardo, Moncayo indicó que el gobierno no va a amedrentar al pueblo. “Que nos den bala, que nos metan presos que hagan lo que les dé la gana, pero no vamos a cesar en la lucha por volver al orden democrático”, puntualizó el alcalde.

Publicidad

Moncayo realizó esas declaraciones durante la filmación de una cadena nacional cuya transmisión estaba prevista para anoche.

Cerca de las 18h00, varios diputados de la ID salieron del recinto legislativo y acompañaron al alcalde hasta el Consejo Provincial de Pichincha, donde se reunieron hasta las 20h00.

En el Congreso
En la mañana, el Congreso se convirtió nuevamente en escenario del caos. Los enfrentamientos se realizaron dentro y fuera del ex edificio del Banco Central.

El lugar fue acordonado por la Policía para impedir el acceso de los miembros de la Asamblea de Quito. Mientras los diputados de la oposición protestaban adentro por la abrupta suspensión de la sesión permanente, por parte del presidente de la Legislatura, Omar Quintana (PRE); afuera, la Policía reprimía a los manifestantes con bombas lacrimógenas.

A las 13h30, los manifestantes intentaron forzar las mallas de seguridad del Congreso, lo que incrementó la confrontación con los gendarmes quienes lanzaron bombas sin control.

A las 15h30, el diputado Guillermo Haro (ID) apoyado por sus coidearios Hugo Ruiz, Rolo Sanmartín, Ernesto Pazmiño y por los socialcristianos Clemente Vásquez y Carmen Ocampo tomaron como rehén al jefe de la escolta legislativa, Herman Feijó, y lo encerraron en la oficina de Haro. A las 17h30, se hizo un intercambio, los diputados liberaron a Feijó y la Policía dejó libre a un manifestante.