Luis Penna, representante de los ex accionistas de Filanbanco, Roberto y William Isaías, aseguró que en el llamamiento a juicio plenario del 19 de marzo del 2003: “Hay muchas cosas que no están citadas por él (Armando Bermeo) y hay muchas otras citadas por él que no están en el proceso”. Incluso consideró que esto es “prevaricato”.
“En este periodo de cuatro años, etapa de pruebas, nosotros nos hemos defendido de todo aquello de lo que se nos acusó”, afirmó Penna.
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El defensor de los hermanos Isaías, Carlos Alberto Pareja Cordero, pidió el 25 de marzo del 2003 que Armando Bermeo, entonces titular de la Corte Suprema de Justicia, aclare de dónde tomó varios criterios para el llamamiento a juicio plenario. Citó diez puntos sobre documentos que consideraba que no estaban incluidos en el proceso.
En un diálogo con este Diario, Penna dijo que si no hay una providencia que declare que se anexaron esos documentos, “jurídicamente, no existen”, aunque estén físicamente en el proceso. Reveló que en el caso de algunos documentos, la defensa esperaba que se dictara la providencia respectiva “para objetarla”.
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Entre los documentos citados en el escrito de Pareja se incluyeron las auditorías de Holland & Knight (que habla de las captaciones de Republic International Corporation, RIC, los fideicomisos Enerco y Silver Lace) y la auditoría de Deloitte & Touche, que estimó las pérdidas de Filanbanco en $ 658 millones, al 2 de diciembre de 1998.
Este Diario tuvo acceso al juicio de Filanbanco. En el proceso constan ambos documentos, pero ninguno de ellos se mencionó en las providencias de recepción, aunque fue la misma justicia las que los solicitó. El ex superintendente de Bancos, Juan Falconí, los incluyó en su libro Documentos del caso Filanbanco, que también está en el juicio.
Sin embargo existe la norma constitucional (artículo 192 relacionado con el sistema procesal) que señala: “No se sacrificará la justicia por la sola omisión de formalidades”.