Sin embargo, negó su vinculación con los capturados, acusados de un intento de derrocar al presidente Hugo Chávez y calificó de “burdo montaje” a la detención.

Alonso llamó ayer en radios venezolanas a la “guarimba” (cierre de calles) e instó a la oposición a no engañarse con “ese  carrusel de la ilusión de que vamos a tumbar un régimen dictatorial  castrocomunista (como llama al gobierno de Chávez) con firmas, eso no existe” dijo refiriéndose al referendo revocatorio contra el Mandatario venezolano.

También el ex presidente Carlos Andrés Pérez, acusado por Chávez de fraguar una conspiración en su contra con sectores económicos y políticos de oposición venezolanos, llamó a la insurrección. 

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“No hay algún complot contra Chávez, pero hay que sacarlo  por la fuerza”, declaró la víspera Pérez desde Miami advirtiendo que “inevitablemente habrá muertos, como en toda acción armada”.

En Bogotá, el comandante del Ejército colombiano, general Martín Orlando Carreño, acusado por el gobierno de Venezuela de reunirse con  miembros de la oposición y de conocer un presunto plan para derrocar al  presidente Hugo Chávez, rechazó ayer las implicaciones.

El militar dijo que sí se reunió con ciudadanos venezolanos, conocidos de  tiempo atrás y amigos de familia, a los que no quiso identificar.

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Aclaró que los encuentros se realizaron en la sede del Batallón Maza, en Cúcuta, “porque es el único sitio donde uno puede estar seguro”.

Ayer continuaron los allanamientos, entre ellos a la casa del ex presidente Pérez.

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