La música será protagonista en la boda del Príncipe de Asturias, tanto en la ceremonia religiosa, donde predominarán las composiciones clásicas, como en el recorrido que los novios efectuarán por las calles de Madrid, acompañado con notas de jazz y acordes de guitarra española.
 
Música clásica y religiosa integran el repertorio de la ceremonia del enlace del heredero de la Corona española y Letizia Ortiz, que se celebrará el próximo día 22 en la catedral de La Almudena de Madrid.
 
Los novios han querido respetar escrupulosamente la normativa eclesiástica que prohíbe las marchas nupciales y otras músicas "no apropiadas" para las celebraciones litúrgicas.
 
Así, cuando Letizia Ortiz haga su entrada en la catedral madrileña, del brazo de su padre y padrino, Jesús Ortiz, en el templo sonarán las notas solemnes del "allegro" del Concierto para Organo y Orquesta Opus 7 número 3 de Haendel, uno de los más grandes genios musicales de todos los tiempos.
 
La opinión de la reina Sofía, gran aficionada a la música, ha sido decisiva a la hora de elaborar el programa de obras que serán interpretadas durante la ceremonia por la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española y el Coro Nacional de España, dirigidos por Jesús López Cobos, una de las batutas españolas de mayor prestigio internacional y actual director musical del Teatro Real.
 
Entre las obras escogidas, y que sonarán en diferentes momentos de la ceremonia, sobresale la Misa pro Victoria del gran músico del Renacimiento español Tomás Luis de Victoria.
 
Para el momento de la liturgia de la palabra, la obra escogida es el "Aleluya" de otro gran compositor español del Renacimiento, Cristóbal de Morales, precursor de Palestrina y músico del Papa Alejandro VI, de la familia de los Borgia.
 
A continuación y tras pronunciar los novios el "sí, quiero", la orquesta y el coro interpretarán el "Santa María" de Mozart, de quien también se escucharán otras piezas.
 
Cuando el oficiante principal, el cardenal-arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, bendiga a los nuevos esposos en el momento de la despedida, será interpretado un motete dedicado a la Virgen, también de Tomás Luis de Victoria, titulado "Regina Coelis".
 
Bach, uno de los compositores preferidos de la reina Sofía, sonará en el momento en que los testigos den fe con su firma del nuevo matrimonio.
 
Y de nuevo Haendel, el "Aleluya" de "El Mesías", para el momento en que los cónyuges recorran el pasillo central de La Almudena, entre los 1.400 invitados al enlace, antes de aparecer como marido y mujer en la plaza de la catedral.
 
Desde allí, los nuevos esposos se trasladarán hasta la Basílica de Nuestra Señora de Atocha, donde Letizia Ortiz depositará ante la imagen de la Virgen su ramo de novia, siguiendo una tradición ancestral de la Familia Real española.
 
Será un recorrido por las calles de Madrid en el que la música acompañará a los Príncipes y amenizará la espera de los ciudadanos que acudan a ver a los novios.
 
Así, en diferentes lugares de la capital habrá grupos que interpreten todo tipo de músicas, desde la clásica de Luigi Bocherini, compositor italiano que vivió en la corte madrileña de mediados del XVIII, hasta la más actual representada por el jazz, el "house" o piezas de guitarra española.
 
En la Basílica de Nuestra Señora de Atocha cantará el Coro de la Fundación Príncipe de Asturias, que viajará desde esa región a Madrid expresamente para acompañar a los novios.
 
De regreso al Palacio Real, donde se ofrecerá el banquete al más de millar de invitados, los nuevos esposos recibirán el homenaje de un centenar de gaiteros procedentes también de Asturias.
 
También son musicales muchos de los regalos que reciben los novios en estos días previos al enlace.
 
Precisamente hoy, ambos escucharon tras su visita al Ayuntamiento de Madrid, la pieza sinfónica "Música para una boda", compuesta especialmente para ellos por Nacho Cano, ex miembro del grupo español Mecano.
 
Una composición, que según su autor, quiere expresar "solemnidad y emoción" por el momento sensible que vive Madrid ante una histórica ceremonia y después de los atentados del 11 de marzo.