La prudencia es una virtud que vale la pena cultivarla. Quienes desarrollan este valor son personas que gozan de mucha aceptación y confianza en su círculo social, familiar y profesional. ¿Conoces cuán prudente eres? Lee las siguientes preguntas y luego reflexiona en torno a tus respuestas.

1. Si alguien me cuenta un secreto, tengo cuidado en no contárselo a otros.

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2. Considero que es mi obligación comentarle a la gente lo mal que se ve o cómo ha desmejorado.

3. Antes de actuar, siempre pienso en las consecuencias de mis actos.

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4. Si me entero de que otra persona hizo algo malo, se lo cuento a todos para que se cuiden.

5. Ante una situación de emergencia, trato de actuar con calma y no apresurarme.

6. Las personas que son muy precavidas, la mayoría de las veces tienen
dobles intenciones.

7. Ser prudentes evita los malos entendidos entre las personas.

8. Cuando veo una aglomeración en la calle, me gusta curiosear para enterarme de lo que sucede.

9. Las personas que piensan antes de hablar, saben lo que están diciendo.

10. Es mejor tomar decisiones rápidas para no gastar demasiado tiempo pensando y meditando.

Comentarios

Si contestaste verdadero a la mayoría de preguntas impares y falso a las pares, tratas de ser prudente y sabes que para evitar problemas es necesario actuar con precaución en nuestras acciones y opiniones. Tienes muy claro que no se trata de ser “neutral” en todo sino de pensar antes de actuar o hablar.

Si contestaste falso a la mayoría de las preguntas impares y verdadero a las pares, quizás la prudencia no sea una de tus mayores virtudes. Dices o haces lo primero que se te ocurre y no piensas en las consecuencias que puedan tener tus actos.

Sería bueno que consideres todas las implicaciones que tendrán para ti y para otros el que no seas prudente.

Recuerda que a la persona imprudente todos la evitan ya que siempre es generadora de conflictos o resentimientos.

En noticias como las que te presentamos arriba, así como en entrevistas, historietas y hasta avisos publicitarios, es posible reconocer un valor o un antivalor.
A continuación te proponemos una serie de actividades que puedes realizar en la casa o el colegio, y que tienen por objeto invitarte a reflexionar sobre la prudencia.

Bajo el título "Es mejor prevenir que curar", escribe la historia de una tragedia que haya ocurrido por falta de prevención y que se pudo haber evitado.

El juego "El secreto" es ideal para medir la prudencia de sus participantes. Se elige una persona que debe salir de la habitación, mientras los demás jugadores escogen en secreto un objeto que esté a la vista. Luego se hace entrar al que está afuera para que adivine de qué objeto se trata, para lo cual formulará preguntas a cada uno de los demás jugadores, que deberán cuidarse de dar respuestas muy evidentes.

Si el jugador que está en el turno acierta, la persona que hizo la última pregunta deberá tomar su lugar; de lo contrario continuará con diferentes objetos hasta que acierte.

Propón en tu clase la siguiente actividad. Lean entre todos con atención las siguientes frases: “La imprudencia precede a la calamidad”, “No busquemos lo que no se nos ha perdido”, “La prudencia hace verdaderos sabios”. Luego, traten entre todos de explicar su mensaje y de encontrar el mejor ejemplo que se les ocurra para ilustrarlo.

Pregunta imprudente

Juan le cuenta a Teresa que tiene 24 años y le pregunta cuántos años tiene ella.

Pero Teresa que es de esas mujeres que tratan de ocultar su edad así sean muy jóvenes, le responde:

-Tu edad es el doble de la que yo tenía cuando tú tenías la edad que ahora tengo yo.

¿Cuántos años tiene Teresa?
 
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