Rechazo y preocupación han generado en dirigentes indígenas y expertos en la temática las expresiones del escritor peruano Mario Vargas Llosa, quien dijo en Bogotá que había que combatir al movimiento indígena en América Latina porque crea desorden social y constituye un peligro democrático.

El escritor también dijo que el “indigenismo” es contrario al desarrollo y lo comparó con el nazismo y el fascismo.

“Es él (Vargas Llosa) quien está pensando en el siglo anterior y cree que los indígenas tenemos que continuar marginados”, manifestó Leonidas Iza, de la Conaie.

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“Si hay hambre, pobreza e inequidad no podemos estar tranquilos”, dijo Iza, quien añadió que las declaraciones del escritor son atentatorias contra el movimiento indígena de América Latina.

“Lo único que hacemos en el movimiento indígena es exigir respeto; si la democracia significa igualdad y equidad, nosotros perseguimos justamente una verdadera democracia”, expresó el diputado por Pachakutik, Salvador Quishpe.

“Vale la oportunidad para decirle (a Vargas Llosa) que no se ponga en el bolsillo de los Estados Unidos”, dijo el diputado.

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Iza y Quihspe coincidieron en que Vargas Llosa, al afirmar que el movimiento indígena apela a los más bajos instintos, como la desconfianza hacia el distinto, demuestra desconocimiento del movimiento, por lo menos en el Ecuador.

“Nosotros desde 1990 propusimos la plurinacionalidad y pluriculturalidad, que ya rige en la Constitución, precisamente basándonos en el respeto que merecen esas diferencias y la convivencia mutua”, dijo Quishpe.

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Al antropólogo Fernando García, de la Flacso, no le extraña lo expresado por Vargas Llosa. “Lo hace desde la posibilidad de la derecha política”, dijo García, quien recordó que el escritor estuvo candidatizado a la presidencia de su país por un partido de derecha: Frente Democrático.

A García le preocupa, sin embargo, el desconocimiento del escritor. “Ya no se puede hablar de indigenismo, eso ya es superado y se refería a cuando los indios necesitan mediadores para que los representen y hoy ya no los necesitan”, explicó.

Las expresiones de Vargas Llosa causan temor, según el historiador Willington Paredes, porque ese desorden social al que se refiere, tiene que ver con la forma como se ha constituido la democracia en América Latina, que es excluyente. “Y en medio de esa exclusión –precisó– pueden no ser los indios, mañana pueden ser los de los barrios periféricos o los descamisados, como en Argentina”.

Paredes anota que América Latina no ha asumido el problema político y social de la exclusión indígena, pero que, por otra parte, los indígenas creen que esa exclusión, de la que son víctimas, “tiene que pagarla todo el mundo”.

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