Traducción de AP del mensaje a la nación que el presidente George W. Bush pronunció el miércoles por la noche desde la Oficina Oval de la Casa Blanca para anunciar el inicio de la guerra a Iraq:

 

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Estimados conciudadanos:

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A esta hora, las fuerzas estadounidenses y de coalición se encuentran en las etapas iniciales de las operaciones militar para desarmar a Iraq, liberar a su pueblo y defender al mundo de un grave peligro.

 

A una orden mía, las fuerzas de coalición han empezado a atacar objetivos selectivos de importancia militar para socavar la capacidad de guerra de Saddam Hussein. Estas son las etapas iniciales de lo que será una amplia y concertada campaña.

 

Más de 35 países están prestando un apoyo crucial, desde el uso de bases navales y aéreas, a la ayuda con inteligencia y logística, al emplazamiento de unidades de combate. Cada nación en esta coalición ha decidido asumir la responsabilidad y compartir el honor de servir en nuestra defensa común.

 

A todos los hombres y mujeres de las fuerzas armadas de los Estados Unidos emplazados ahora en el Medio Oriente, la paz de un mundo preocupado y las esperanzas de un pueblo oprimido dependen ahora de ustedes.

 

Esa confianza está bien fundamentada.

 

Los enemigos que enfrenten se llevarán una lección de habilidad y bravura. El pueblo que liberen será testigo del espíritu decente y honorable del militar estadounidense.

 

En este conflicto, los Estados Unidos se enfrentan con un enemigo que no se preocupa por las convenciones de guerra o los preceptos de moral. Saddam Hussein ha emplazado tropas y equipos en áreas civiles, en un intento de usar a hombres, mujeres y niños inocentes como escudos de sus propios militares, una atrocidad final contra su pueblo.

 

Quiero expresarles a los estadounidenses y al mundo entero que las fuerzas de la coalición harán todo lo posible por evitar la muerte de inocentes ciudadanos. La campaña militar en un país de terreno riguroso y tan grande como California puede durar más y ser más difícil de predecir de lo que algunos se imaginan. Ayudar a los iraquíes a lograr un país unido, libre y estable requerirá de nuestro compromiso continuo.

 

Vamos a Iraq respetando a sus ciudadanos, por su gran civilización y por las creencias religiosas que practican. No tenemos ninguna ambición en Irak que no sea la de eliminar una amenaza y restablecer el control de ese país para su propio pueblo.

 

Sé que las familias de nuestros hombres están rezando porque todos los que están sirviendo regresen pronto y a salvo.

 

Millones de estadounidenses están rezando con ustedes por la seguridad de sus seres queridos y por la protección de los inocentes.

 

Por su sacrificio, ustedes cuentan con la gratitud y respeto del pueblo estadounidense y deben saber que las fuerzas regresarán a casa tan pronto hayan concluido su trabajo.

 

Nuestra nación entra a este conflicto con renuencia, pero nuestro objetivo es seguro. El pueblo de los Estados Unidos y nuestros amigos y aliados no vivirán a la merced de un régimen ilegal que amenaza la paz con armas de destrucción masiva.

 

Nos enfrentaremos a esa amenaza con nuestro Ejército, Fuerza Aérea, Marina, Guarda Costera y Marines para que no tengamos que enfrentarlos más tarde con bomberos, policías y doctores en las calles de nuestras ciudades.

 

Ahora que estamos ante el conflicto, la única forma de limitar su duración es aplicando una fuerza decisiva. Y les aseguro que ésta no será una campaña a medias y que no aceptaremos otro resultado que no sea la victoria.

 

Mis queridos conciudadanos:

 

Los peligros en nuestro país y en el mundo serán eliminados. Superaremos este momento de peligro y proseguiremos el camino de la paz. Defenderemos nuestra libertad. Traeremos la libertad a otros. Prevaleceremos.


Que Dios bendiga a nuestra nación y a quienes la defienden.