Tras 21 días de suspensión obligatoria, por apoyar a dos compañeras embarazadas, la estudiante Karen Barba, acusada por las autoridades del Colegio Manuela Cañizares de subversión, fue aceptada nuevamente en la institución educativa.
Barba se reincorporará a clases gracias a la mediación de la ministra de Educación, Rosa María Torres, y del defensor del Pueblo, Claudio Mueckay, quienes iniciaron investigaciones paralelas sobre la expulsión de la estudiante y la discriminación a las alumnas en estado de gestación.

Al mediodía de ayer, Barba y la rectora del plantel, Martha Echeverría, estuvieron reunidas para firmar un acta de compromiso.

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Echeverría dijo que aceptaría a la alumna siempre y cuando respete los reglamentos del colegio y mejore su rendimiento académico y  conducta.

Karen aceptó la petición de la máxima autoridad del colegio y luego que ambas partes reconocieron sus errores y aseguraron que “el conflicto ha concluido y que no se iniciarán acciones legales de ningún tipo”, se firmó el documento que permitirá que desde el lunes próximo retorne a clases.

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Torres solicitó a la estudiante la elaboración de una carta que exprese las enseñanzas aprendidas en este caso y haga las recomendaciones que crea necesarias para que el sistema educativo mejore. La Ministra planifica desarrollar talleres con la temática de sexualidad para jóvenes de diferentes planteles.