Los triatlonistas infantiles, Joshuá Palacios y Charles Jaén, con sus premios.
Aún no superan los 15 años, pero ya están entre los grandes campeones. La ingenuidad hace que los deportistas infantiles y juveniles compartan la Cena de Campeones de una forma más alegre y divertida.
Publicidad
Con ellos no hubo posturas serias, sino sonrisas, espontaneidad y compañerismo.
La mesa más risueña fue la que reunió a las nadadoras estudiantiles Yamilé Bahamonde (15 años), Samantha Fajardo (12) y Nicole Mármol (12), quienes disfrutaron de cada momento, como el de la presentación del ganador de la nominación al mejor del año 2002, el marchista cuencano Jefferson Pérez Quezada.
Ellas vieron levantarse de la mesa ubicada en otro extremo a Jefferon Pérez, pero cuando el presentador aclaró que era el hermano Fabián Pérez (quien recibía la copa en representación de su hermano), Yamilé, Nicole y Samantha se sonrieron porque hasta ese momento creían que se trataba de Jefferson. “Pero si es él. Es idéntico”, fue la primera impresión de Samantha.
Publicidad
“Yo lo vi y creía que sí era él y hasta habla igualito”, comentó Nicole; “pero es idéntico”, repitieron al mismo tiempo Nicole y Samantha.
Aunque ellas reconocen los méritos del atleta azuayo como el más destacado de la presente temporada, prefirieron considerar como ídolos a personas vinculadas a su disciplina, como Jorge Delgado Panchana y Gregory Fuentes, nadadores que admiran mucho por todos sus logros.
Para Nicole esta cena no es la primera en su vida. Hace tres años, cuando tenía 9 años fue declarada como la promesa de la temporada. Ahora, cuando está a punto de alcanzar la edad juvenil, Nicole recuerda mucho esa mención, porque la motivó para mejorar en la natación. Para Samantha fue la primera vez, pero espera que no sea la última.
Con los juegos
En ceremonias muy extensas de premiación, generalmente los niños y jóvenes se aburren y prefieren distraerse en otros asuntos. Y esta ingenua manifestación de los infantiles no fue la excepción en la Cena de Campeones.
Sin que muchos lo observen, el triatlonista de 11 años, Joshuá Palacios, pidió el teléfono celular a su padre para entretenerse en los juegos mientras esperaba la cena.
No había quién lo desconcentre y esa es precisamente una de sus virtudes que emplea mucho en los dos deportes que practica, porque además de triatlón, se dedica tambien a la natación.
Otro triatlonista infantil, como Charles Jaén, de 12 años, no se sintió incómodo entre tantos grandes deportistas. El hecho de obtener un reconocimiento a temprana edad le hace reforzar su idea de que “uno jamás debe sentirse menos que otros”, expresó.
DEPORTISTAS
PUNTUAL
La primera en llegar, a la hora puntual, al auditorio de Diario EL UNIVERSO, en la Av. Domingo Comín, fue la nadadora infantil Nicole Mármol.
AMISTAD
Luego de la premiación, muchos deportistas se levantaron de sus mesas para saludar a otros compañeros de provincias vecinas. La amistad es uno de los vínculos que se fortalece entre los atletas después de varias semanas o meses de concentración para una competencia.
FOTOS
La mayoría de los parientes o los mismos deportistas llevaron sus cámaras fotográficas para guardar cada instante de la cena en una gráfica. Una de ellas fue la levantadora de potencia, Aderita Villacís, a quien le faltó rollo para tomar más fotos, que es uno de sus pasatiempos.